Desde hace algún tiempo, he tenido curiosidad respecto del significado de la bandera que generalmente enarbola la Conaie como símbolo supuesto del Tahuantinsuyo y que ahora es empleada por el candidato peruano Ollanta Humala, como señal clara de que representa la perspectiva de un revivir del imperio incásico, al punto que en cada central de Humala, la presencia de la bandera es imprescindible.
La bandera que lleva franjas horizontales es la kurm wip’ala, es decir la bandera de los siete colores, símbolo de la descomposición “del hálito cósmico en la naturaleza del universo galaxial total y con respecto a nuestro planeta Tierra Pacha Mama, también es símbolo de la luz comunitaria”, de acuerdo a alguna interpretación indigenista, que sugiere a dicha bandera como un símbolo antiguo del Tahuantinsuyo. Sin embargo, hay historiadores en el Perú que de forma tajante señalan que la referencia histórica es “indebida e inequívoca”, ya que en el mundo prehispánico andino nunca se utilizó la bandera del arco iris la cual tuvo realmente sus orígenes en las primeras décadas del siglo pasado, cuando algunos autores trataron de resaltar la importancia del antiguo imperio incásico.
Curiosamente, la bandera del arco iris es utilizada a nivel global también como símbolo del movimiento gay desde el año 1979, razón por la cual muchos se habrán preguntado respecto de la similitud entre la bandera que porta el movimiento gay en sus manifestaciones y la que es utilizada por la Conaie en cada movilización o levantamiento. Sin embargo, debe aclararse que no se trata de emulación alguna al Tahuantinsuyo sino simplemente de un símbolo adoptado a raíz de la iniciativa de algún artista plástico.
Establecidos así los hechos, resulta que la Conaie ecuatoriana y el partido de Ollanta Humala utilizan la bandera del arco iris como un signo de un supuesto pasado común, mientras que la misma bandera es también empleada como símbolo de diversidad por otras corrientes.
En todo caso, cualquier discurso histórico respecto del buen o mal uso de la bandera del arco iris por parte de los movimientos indígenas andinos está basado en la revisión del Tahuantinsuyo como estructura histórica, razón por la cual esa discusión deberá hacerse básicamente en el Perú, en el futuro seguramente con el beneplácito de Humala, ya que es en ese país en donde se radicó y desde donde se expandió el poder del imperio incásico.
Ojo, los indígenas que habitaban lo que es ahora el territorio ecuatoriano fueron virtualmente avasallados por los incas en un proceso de total dominación. ¿Es procedente por lo tanto el uso de la bandera del arco iris por parte de la Conaie? Me temo que sí, antes que por la certeza histórica del tema, por la perspectiva propia del movimiento indígena ecuatoriano que ha preferido utilizar el símbolo de sus antiguos invasores, los incas, como signo elocuente de su pasado. ¿Nos estamos perdiendo de algo o es que no nos damos realmente cuenta de lo que pretende la Conaie?
Alfonso Oramas Gross (El Universo)
gracias por enseñarme
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