6.11.09

Llegan primeras banderas de México al MHM


Las dos piezas ideadas por Ignacio Allende son anteriores al lábaro utilizado por Miguel Hidalgo. Dos réplicas de ellas se exhibirán a partir de hoy en el Museo de Historia Mexicana.

Monterrey.- Fueron un mito por más de 60 años. Había registro de ellas, algunos historiadores las mencionaban ligeramente pero nadie sabía con certeza si realmente existían, ésas que se creían eran las primeras banderas que tuvo México y que fueron ideadas por el general Ignacio Allende.

Los dos lábaros sí existen y en ellos se representa por primera vez a la mítica águila que devora la serpiente, flanqueada por las aspas de Borgoña del rey Fernando VII y que en su contraparte muestra una representación de la Virgen de Guadalupe. Desde hoy, réplicas de ambas piezas se estarán exhibiendo en el Museo de Historia Mexicana (MHM) como piezas del mes.

“Siempre se nos dijo que la Virgen de Guadalupe la había llevado Miguel Hidalgo para el movimiento, ahora sabemos que no, puesto que estas banderas se mandaron hacer con anticipación”, afirma Martha Terán, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y quien descubrió las nuevas banderas.

Desde 1999, Terán se dio a la quijotesca aventura de encontrar dichas banderas. “Me decían que estaba loca”, recuerda la investigadora cuando hace 10 años planteaba el proyecto a cuanta autoridad conocía.

Las banderas en cuestión fueron encontradas en la bodega del Museo del Ejército en Madrid, y ellas representan al primer lábaro patrio diseñado específicamente para darle identidad al país por el que criollos e indígenas que se levantaron en armas en 1810.

El Gobierno español entregará a México ambas piezas con motivo de los festejos de 2010, cuyas originales serán exhibidas en el Museo de Chapultepec y las dos réplicas ya están en el Museo de Historia Mexicana.

“Es muy conmovedor que dos telitas puedan cambiar tanto la historia que nosotros conocíamos”, explicó visiblemente emocionada la investigadora Martha Terán.

La noche en que Hidalgo llega a San Miguel de Allende, el general Ignacio Allende salió a buscar a dos pintores que le pudieran hacer los dibujos que se serían posteriormente la representación emblemática del movimiento de la Independencia. Después fueron tomadas como botín de guerra por los comandos españoles y fue el general Félix Calleja quien las envió a España y desde aquella época permanecían en la llamada Madre Patria.

Las primeras referencias hacia estas banderas las proporciona el investigador Luis Castillo Ledón, quien fuera director del Museo Nacional, allá por 1940.

“Había puras referencias de ellas pero no sabíamos dónde estaban y nadie las había visto, nadie aseguraba que las banderas existieran”, reconoció Terán.

“Cuando se funda la red de historiadores en internet mi primer mensaje fue preguntar ¿quién conoce estas banderas?, y fue mediante a conexiones con colegas de Chile y de España como las pude localizar”, detalló la investigadora. Su primera emoción al ver que ambas banderas sí existían y que se conservaban presumiblemente en buen estado a pesar de los años fue llorar.

“Lloré, simplemente fue una gran emoción pero sólo las vi muy poquito porque inmediatamente se las levaron a restauración”, relató la maestra Teran, quien no puede evitar transmitir su emoción al recordar el hecho.

Unión entre criollos e indígenas

¿Por qué las primeras banderas combinan al escudo de Tenochtitlán con la Virgen de Guadalupe? Según investigaciones de la maestra Martha Terán los símbolos de estas primeras banderas eran los dos elementos con los que la clase de los criollos se identificaba.

“Los dos temas favoritos del patriotismo criollo eran el glorioso pasado mexicano, por eso el águila, así como la aparición de la guadalupana que viene a significar a la patria bendecida”, describió la maestra Terán.

Por su parte la mayoría indígena se sentía protegida con la imagen de la Virgen de Guadalupe, lo que posteriormente desarrollaría la llamada “Bandera popular de la Independencia”, que era un lienzo blanco donde aparecía una estampa de la guadalupana.

Aunque se creía que el primero en colocar a la mitológica águila que devora a la serpiente en una bandera fue José María Morelos y Pavón, el descubrimiento de estos lábaros confirma que la idea de reivindicación del pasado azteca provenía ya desde los primeros días del movimiento de Independencia.

Gustavo Mendoza Lemus

Milenio.com

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