La tradicional bandera celeste que hasta ahora ha identificado a Cochabamba podría ser sustituida por una nueva de cuatro colores: roja, blanca, amarilla y verde, según la propuesta insertada en el primer borrador del Estatuto Autonómico Departamental, que actualmente está en análisis en las comisiones de la Asamblea Legislativa Departamental.
De acuerdo con el Artículo 8 de este borrador, “Cochabamba como departamento autonómico tiene como símbolos departamentales el escudo, la bandera, el himno, las Heroínas de La Coronilla y la Fiesta de la Virgen de Urkupiña”.
La propuesta es el resultado de encuentros territoriales, sectoriales y de la sistematización de los aportes recopilados a través de los libros notariados —que, además de circular por Cercado, se enviaron a las provincias— y de sugerencias recibidas a través de las redes sociales.
Según el informe final de la Asamblea Departamental, el 26 por ciento de las propuestas que se plasmaron en el primer borrador fueron recogidas en encuentros sectoriales, el 25 por ciento en los libros y un 3 por ciento mediante las redes sociales.
La idea de cambiar los símbolos fue planteada por varios sectores. Pero, quien desarrolló una propuesta completa fue la Federación de Profesionales de Cochabamba, que propuso una bandera de dos colores: roja y blanca, con base en antecedentes históricos. Sin embargo, los aportes para reemplazar la bandera celeste por una de cuatro colores son escasos.
Para Henry Paredes, asambleísta de oposición, la propuesta implica “una intencionalidad de hacernos creer que habrá una refundación del departamento, dejando de lado la historia”.
Según el asambleísta del oficialismo Marco Carrillo “el cambio de símbolos, en el caso de la bandera, requiere de una discusión no sólo entre los asambleístas, sino de un debate con historiadores, investigadores y los que tienen memoria ancestral”.
El primer borrador del Estatuto Autonómico plantea sustituir la bandera celeste por una de cuatro colores: blanco por la paz, rojo por las luchas, amarillo por la riqueza y verde por la biodiversidad.
El documento también propone cambiar el actual escudo por uno que represente a los pisos ecológicos: la hoja de coca, el petróleo, el trigo, la papa, el maíz, el aguayo, la oveja, la cruz andina y otros elementos.
Según el historiador Gustavo Rodríguez “el pasado no se impone por sí mismo; es construido o reconstruido desde determinadas coordenadas sociales, por tanto, en la medida en que se cambien esas coordenadas cambia la lectura del pasado, el uso de éste y sus símbolos”.
A su juicio, el planteamiento de cambiar los símbolos “no debería perturbarnos. No hay un origen inmanente del pasado. Se lee desde el presente y éste cambia: lo que antes tenía valor, ahora no lo tiene”.
Para la historiadora Ítala de Mamán no existen antecedentes sobre una bandera de cuatro colores. “La bandera roja sí fue enarbolada en varias situaciones libertarias, incluso, hay un libro de Alejandro Ovando Sáenz. Pero, en ninguna lucha social se enarbolaron esos cuatro colores”.
El primer borrador aún se halla en discusión en la Asamblea Departamental.
EN BASE A LOS HITOS
Distintas propuestas de símbolos
Según la propuesta de la Federación del Colegio de Profesionales, “en esta fase de nuestra historia, en la que los mecanismos de la globalización y las propagandas tienden a diluir la identidad, es muy importante recuperar nuestros valores culturales que se traducen en los símbolos que identifican determinados momentos históricos”.
Para esta organización, los “símbolos regionales identificados en el escudo, la bandera y el himno expresan nuestras raíces culturales basadas en nuestra historia”.
De acuerdo con esta propuesta, existen hitos que deben perdurar en los símbolos: la sublevación de Alejo Calatayud en 1730, la resistencia contra las medidas de la Colonia en 1774, la rebelión indígena de 1781 y la Guerra de la Independencia.
Si bien el primer borrador de Estatuto Autonómico recogió la propuesta para cambiar el escudo y la bandera, otros sectores como la Federación de Empresarios plantearon que se conserve la bandera celeste, por ser un réplica de la utilizada por los patriotas que estaban bajo el mando de Esteban Arze.
NUEVOS Y VIEJOS SÍMBOLOS
CAMBIOS EN LA BANDERA
Justificación histórica
La Federación de Profesionales de Cochabamba sustentó su propuesta para cambiar la bandera celeste del departamento por una de dos colores, roja y blanca, de acuerdo con argumentos históricos, vinculados a las primeras sublevaciones.
De acuerdo a esta propuesta, la bandera roja y blanca se enarboló en momentos cúspides de la lucha por la independencia, como la sublevación de 1730, liderizada por Alejo Calatayud. Aunque es una de las gestas más olvidadas, para los historiadores, marcó el uso de la bandera roja.
Según las crónicas de la época: “Los insurrectos se congregaron en la colina de San Sebastián, donde hicieron flamear banderas coloradas”.
A ello se suma que en 1774, cuando se intentó aplicar la Aduana, la población de sublevó: “Se reunieron en el cerro de San Sebastián, en esta ocasión enarbolaron las banderas coloradas y blancas”.
Existen otras referencias sobre el uso de la bandera roja. En 1718 y 1782, cuando la insurgencia indígena desencadenó una tempestad en Los Andes, en Cochabamba los sublevados, quienes se decían soldados de Túpac Amaru, utilizaron como símbolo las banderas coloradas.
EL ESCUDO ACTUAL Y EL NUEVO
Defienden su antigüedad
El primer borrador del Estatuto Autonómico sugiere sustituir el antiguo escudo de armas, que refleja la unidad de las provincias y la vocación productiva y comercial del departamento, por uno que incluya elementos de todas las regiones.
La propuesta plantea un escudo que represente los diferentes pisos ecológicos, la hoja de coca y el pozo petrolero, el trigo, la papa, el aguayo y otros.
Según la sistematización de las propuestas, el escudo actual no tiene ninguna fecha precisa de origen, pero hay referencias que señalan que se comenzó a usar el 23 de enero de 1826 y otra manifiesta que fue el 17 de octubre de 1898.
De acuerdo con esta postura, el escudo representa un emblema de hace 113 o 185 años, que sintetizaba la riqueza agrícola del valle, su comercio, agricultura, el valor de sus habitantes y la justicia, como pilar fundamental de la sociedad.
Durante los encuentros, se consideró poco oportuno cambiar el escudo, porque “los símbolos adquieren mayor valor sólo por el hecho de su antigüedad y el cambiarlos ahora podría invitar a cambios continuos en el futuro”, según la propuesta de la Federación de Profesionales.
EL HIMNO A COCHABAMBA
Hay coincidencias para conservarlo
Las propuestas recogidas en los encuentros territoriales y sectoriales coincidieron en mantener el actual Himno a Cochabamba, compuesto en letra por don Benjamín Blanco y música por don Teófilo Vargas.
El primer borrador del Estatuto Autonómico manifiesta que en caso de existir “dos o más opciones serán elegidas en referéndum departamental”.
También expresa que el mismo deberá ser traducido a los idiomas oficiales del departamento: el quechua y el castellano. Y que es la Asamblea Legislativa Departamental la que deberá regular las distintas expresiones del marco simbólico de Cochabamba, su orden y su uso.
Las provincias, municipios y los pueblos indígenas originarios campesinos del departamento tienen el derecho de usar sus propios símbolos, reconociendo la supremacía de los símbolos nacionales y departamentales como parte fundamental de su identidad.
El documento también incluye otras propuestas como el definir como idiomas oficiales del departamento el castellano, quechua, aymara, yuki y yuracaré. Y sugiere que es deber del gobierno autonómo departamental promoverlos y difundirlos.
Para Henry Paredes, asambleísta de oposición, la propuesta implica “una intencionalidad de hacernos creer que habrá una refundación del departamento, dejando de lado la historia”.
Según el asambleísta del oficialismo Marco Carrillo “el cambio de símbolos, en el caso de la bandera, requiere de una discusión no sólo entre los asambleístas, sino de un debate con historiadores, investigadores y los que tienen memoria ancestral”.
El primer borrador del Estatuto Autonómico plantea sustituir la bandera celeste por una de cuatro colores: blanco por la paz, rojo por las luchas, amarillo por la riqueza y verde por la biodiversidad.
El documento también propone cambiar el actual escudo por uno que represente a los pisos ecológicos: la hoja de coca, el petróleo, el trigo, la papa, el maíz, el aguayo, la oveja, la cruz andina y otros elementos.
Según el historiador Gustavo Rodríguez “el pasado no se impone por sí mismo; es construido o reconstruido desde determinadas coordenadas sociales, por tanto, en la medida en que se cambien esas coordenadas cambia la lectura del pasado, el uso de éste y sus símbolos”.
A su juicio, el planteamiento de cambiar los símbolos “no debería perturbarnos. No hay un origen inmanente del pasado. Se lee desde el presente y éste cambia: lo que antes tenía valor, ahora no lo tiene”.
Para la historiadora Ítala de Mamán no existen antecedentes sobre una bandera de cuatro colores. “La bandera roja sí fue enarbolada en varias situaciones libertarias, incluso, hay un libro de Alejandro Ovando Sáenz. Pero, en ninguna lucha social se enarbolaron esos cuatro colores”.
El primer borrador aún se halla en discusión en la Asamblea Departamental.
EN BASE A LOS HITOS
Distintas propuestas de símbolos
Según la propuesta de la Federación del Colegio de Profesionales, “en esta fase de nuestra historia, en la que los mecanismos de la globalización y las propagandas tienden a diluir la identidad, es muy importante recuperar nuestros valores culturales que se traducen en los símbolos que identifican determinados momentos históricos”.
Para esta organización, los “símbolos regionales identificados en el escudo, la bandera y el himno expresan nuestras raíces culturales basadas en nuestra historia”.
De acuerdo con esta propuesta, existen hitos que deben perdurar en los símbolos: la sublevación de Alejo Calatayud en 1730, la resistencia contra las medidas de la Colonia en 1774, la rebelión indígena de 1781 y la Guerra de la Independencia.
Si bien el primer borrador de Estatuto Autonómico recogió la propuesta para cambiar el escudo y la bandera, otros sectores como la Federación de Empresarios plantearon que se conserve la bandera celeste, por ser un réplica de la utilizada por los patriotas que estaban bajo el mando de Esteban Arze.
NUEVOS Y VIEJOS SÍMBOLOS
CAMBIOS EN LA BANDERA
Justificación histórica
La Federación de Profesionales de Cochabamba sustentó su propuesta para cambiar la bandera celeste del departamento por una de dos colores, roja y blanca, de acuerdo con argumentos históricos, vinculados a las primeras sublevaciones.
De acuerdo a esta propuesta, la bandera roja y blanca se enarboló en momentos cúspides de la lucha por la independencia, como la sublevación de 1730, liderizada por Alejo Calatayud. Aunque es una de las gestas más olvidadas, para los historiadores, marcó el uso de la bandera roja.
Según las crónicas de la época: “Los insurrectos se congregaron en la colina de San Sebastián, donde hicieron flamear banderas coloradas”.
A ello se suma que en 1774, cuando se intentó aplicar la Aduana, la población de sublevó: “Se reunieron en el cerro de San Sebastián, en esta ocasión enarbolaron las banderas coloradas y blancas”.
Existen otras referencias sobre el uso de la bandera roja. En 1718 y 1782, cuando la insurgencia indígena desencadenó una tempestad en Los Andes, en Cochabamba los sublevados, quienes se decían soldados de Túpac Amaru, utilizaron como símbolo las banderas coloradas.
EL ESCUDO ACTUAL Y EL NUEVO
Defienden su antigüedad
El primer borrador del Estatuto Autonómico sugiere sustituir el antiguo escudo de armas, que refleja la unidad de las provincias y la vocación productiva y comercial del departamento, por uno que incluya elementos de todas las regiones.
La propuesta plantea un escudo que represente los diferentes pisos ecológicos, la hoja de coca y el pozo petrolero, el trigo, la papa, el aguayo y otros.
Según la sistematización de las propuestas, el escudo actual no tiene ninguna fecha precisa de origen, pero hay referencias que señalan que se comenzó a usar el 23 de enero de 1826 y otra manifiesta que fue el 17 de octubre de 1898.
De acuerdo con esta postura, el escudo representa un emblema de hace 113 o 185 años, que sintetizaba la riqueza agrícola del valle, su comercio, agricultura, el valor de sus habitantes y la justicia, como pilar fundamental de la sociedad.
Durante los encuentros, se consideró poco oportuno cambiar el escudo, porque “los símbolos adquieren mayor valor sólo por el hecho de su antigüedad y el cambiarlos ahora podría invitar a cambios continuos en el futuro”, según la propuesta de la Federación de Profesionales.
EL HIMNO A COCHABAMBA
Hay coincidencias para conservarlo
Las propuestas recogidas en los encuentros territoriales y sectoriales coincidieron en mantener el actual Himno a Cochabamba, compuesto en letra por don Benjamín Blanco y música por don Teófilo Vargas.
El primer borrador del Estatuto Autonómico manifiesta que en caso de existir “dos o más opciones serán elegidas en referéndum departamental”.
También expresa que el mismo deberá ser traducido a los idiomas oficiales del departamento: el quechua y el castellano. Y que es la Asamblea Legislativa Departamental la que deberá regular las distintas expresiones del marco simbólico de Cochabamba, su orden y su uso.
Las provincias, municipios y los pueblos indígenas originarios campesinos del departamento tienen el derecho de usar sus propios símbolos, reconociendo la supremacía de los símbolos nacionales y departamentales como parte fundamental de su identidad.
El documento también incluye otras propuestas como el definir como idiomas oficiales del departamento el castellano, quechua, aymara, yuki y yuracaré. Y sugiere que es deber del gobierno autonómo departamental promoverlos y difundirlos.
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