Pamplona. Miguel Izu Belloso ha repasado el régimen jurídico de los símbolos navarros en un estupendo ejercicio académico y objetivo.
Recoge en su obra episodios históricos en los que no parece tan complicada la convivencia entre la bandera navarra y la ikurriña.
Efectivamente. Lo que ocurre con los símbolos es que su significado puede ir cambiando o son múltiples de-pendiendo del momento, de quién lo use o lo interprete. Es lo que ha pasado con la ikurriña, que tiene más de cien años y ha ido mudando de significado. No es lo mismo la de 1977, cuando la CAV no existía como autonomía y por eso se puso abundantemente por Navarra, que la de hoy.
Su obra también sirve para aclarar ciertos mitos o leyendas que existen sobre los símbolos, como las cadenas del escudo de Navarra.
En el libro recojo diversas leyendas sobre muchos símbolos. No he descubierto nada. Por ejemplo, en los libros de Historia viene establecido desde hace décadas que las cadenas del escudo de Navarra no son las conquistadas por Sancho el Fuerte en la batalla de las Navas de Tolosa. En lo referente a los símbolos siempre está muy mezclada la historia con la leyenda, y a los símbolos hay que darles la pátina de la antigüedad para que sean aceptados socialmente. Por eso, muchos que no tienen historia, se las inventan. Hay quien quiere ver banderas de Navarra en la Edad Media, cuando se creó en 1910. El escudo tiene su origen en el siglo XIII pero su uso era mucho más limitado. Al principio era exclusivo del rey y, luego, cuando se reconoce como escudo del Reyno lo utilizan las instituciones. No es hasta el siglo XX cuando lo usa todo Navarra, a partir de que se regule porque una empresa privada pide autorización para utilizarla. En el fondo, estos símbolos son muy modernos en su uso político actual.
¿A qué atribuye la proliferación de ese uso moderno de los símbolos?
A la creación de los Estados nacionales del siglo XVIII a esta parte, con bandera, escudo, himno y fiesta nacional incluidos. A medida que los estados nacionales los incorporan, las regiones, provincias y ayuntamientos les imitan y quieren tener lo mismo. Además, en el siglo XX avanza la comunicación y es importante tener símbolos que se vean, que apelen a las emociones y a la movilización política, con lo que cambia la función de los símbolos. En el último siglo se incorpora a las leyes cómo y quién puede usar los símbolos. Su régimen jurídico es muy reciente.
De hecho, no hay más que ver la conflictiva Ley de Símbolos de Navarra.
Es una polémica que se remonta al año 80. El primer conflicto que hay de símbolos en Navarra no es el de la ikurriña, sino el de la laureada, si debía o no incorporarse al escudo. Eso se debatió en el Parlamento foral, donde UPN y UCD defendían que se incorporara. Al final se decidió que el escudo fuera como es hoy y como era en 1910. Luego vino el conflicto de la ikurriña, que estaba presente en Navarra. En 1980 la ikurriña se convierte en bandera de la Comunidad Autónoma Vasca y pierde un poco su significado como bandera de los territorios vascos, lo que provoca que sectores que la apoyaban, sean más recelosos. Este conflicto se aborda inicialmente desde una política de tolerancia, hasta que en la Ley Foral de 2003 la voluntad expresa del Gobierno foral es prohibirla.
Tiene especial predilección por algún símbolo por su origen curioso.
No, para mí es un hobbie personal. Me acerco a él desde el Derecho y lo veo desde la distancia. Soy reticente a que me muevan los símbolos. El origen y la finalidad de estos símbolos apelan a las emociones, a la adhesión nacional y la movilización conmigo no funcionan. Es curioso cómo se lanzan las autonomías a la creación de sus banderas e himnos. Sus creadores están todavía por ahí, son símbolos creados anteayer.