La Rioja
31.5.10
Veinticinco años de bandera, escudo e himno
La Rioja
27.5.10
'Banderas oficiales de España', nueva serie de artículos en REVISTAPROTOCOLO.COM
Cuando se estudia una bandera hay que hacerlo en su doble vertiente: simbólica y descriptiva, ya que toda bandera debe expresar simbólicamente a individuos o grupos humanos de forma clara, sencilla y distintiva, mensajes entendibles por los miembros de esos grupos, a menudo impregnados de una fuerte carga emocional. Asimismo, al estudiar una bandera hay que describirla según unas normas y una terminología, estudiar su uso, normativa y legislación, a la vez que se hace una descripción práctica según su forma, empleo, etc.
La primera vertiente nos lleva al estudio de la bandera como símbolo, “supone la representación de identidad, la unidad, la solidaridad y el corazón de un pueblo, que asumido y aceptado por la sociedad, adquiere un relevante valor civil: hace que un pueblo sea una Comunidad plural pero cohesionada y sienta su identidad como un concepto positivo y abierto, que se enriquece y perfecciona en su relación con otros ámbitos de los que forma parte activa”, esta declaración fundamental se recoge en la Exposición de Motivos de la Ley Foral 24/2003 de 4 de abril. Como principio general su formulación sería de aplicación a todas las banderas, pero ¿es esto así en nuestro país? La “comunidad plural pero cohesionada” ¿siente su identidad “como un concepto positivo y abierto que se enriquece y perfecciona en su relación con otros ámbitos de los que forma parte” o por el contrario es un concepto excluyente y cerrado que no acepta ni respeta esa misma representación en un ámbito supracomunitario?
La segunda vertiente nos habla de la bandera en su representación física. Desde el punto de vista morfológico, todas las banderas parecen iguales, tanto en su forma, como en tamaño, y proporciones, solo hay que acudir a cualquier diccionario y buscar su definición: “Tela de forma comúnmente rectangular que se asegura por uno de sus lados a un asta o driza y se emplea como enseña o señal de una nación, una ciudad o una institución”. ¿Es realmente así? ¿Existe un criterio homogéneo en la creación y representación de banderas?
Por un lado, ¿la idea de libertad en la elección del símbolo no estaría en contraposición con la idea de una homogeneidad en los criterios de su representación física?, por otro lado ¿hasta qué punto se respeta esa libertad al diseñar ex novo una bandera e “imponerla”, por mucho que se justifique su base en la tradición o la historia de una comunidad?
¿Existen unas normas que regulen la creación de banderas? ¿Se han seguido en la creación de nuestras banderas autonómicas?. No se puede obviar el hecho de que gran parte de las banderas autonómicas son de creación reciente, aunque se intenta arraigar su origen en el pasado histórico. La mayoría de los estudiosos de la vexilología siguen unas normas establecidas por la FIAV y plasmadas en el Flag Information Code que emanaron de su Asamblea General celebrada durante el IX Congreso Internacional de Vexilología en Ottawa en 1981 que, a falta de una regulación oficial, sería muy adecuado seguir, según opinan los expertos.
Según estas normas la bandera se describe por su forma, dimensiones, de izquierda a derecha y de arriba abajo, hay que describir además sus divisiones, el color con unas especificaciones numéricas colorimétricas que son necesarias en el caso de que se exija la determinación exacta del matiz del color de que se trate: cie 1931, cielab, pantone; y su uso. Además de utilizar los vocablos correctos: vaina, vuelo, pendiente, etc.
Desde el punto de vista del observador vemos banderas con y sin escudo. Entre las primeras vemos que unas lo llevan en el centro y en otras el eje del escudo se coloca a una distancia de la vaina de media anchura de la bandera. En las que van cargadas con su escudo ¿se han seguido las leyes de la Heráldica en el diseño del mismo?, porque, al igual que algunas banderas, hay escudos que, aún basados en la Historia, son de reciente creación. Y, lo más importante ¿se han seguido los criterios heráldicos cuando las leyes describen los escudos históricos?
A todas estas preguntas he intentado buscar respuesta y su resultado serán los siguientes artículos que iré publicando en este portal, REVISTAPROTOCOLO.COM.
En el estudio de las veinte banderas se seguirá el mismo esquema: una brevísima introducción histórica que se puede encontrar en cualquier libro de divulgación general, artículo sobre el tema o página web de comunidad autónoma; a continuación la descripción de la bandera tal y como aparece en la norma general y en las disposiciones que la desarrollan, con un comentario “crítico” desde el punto de vista heráldico, en aquellas que van cargadas con el escudo. Asimismo se ha tocado el tema de los usos permitidos, prohibidos y autorizados y una referencia a las normas que regulan la bandera de que se trate. Se trata de un estudio básicamente jurídico, su fundamento es la ley y el análisis de sus preceptos a la luz de la Heráldica y la Vexilología.
El orden de las banderas autonómicas que se sigue en la descripción de las mismas no es aleatorio. El criterio que se ha seguido es el de la fecha de publicación en el BOE de los Estatutos de Autonomía de las distintas comunidades autónomas, en los que se reconoce el hecho de que determinada comunidad autónoma “tiene bandera y escudo propio”. Este criterio tiene su fundamento en el Real Decreto 2099/83 de 4 de agosto, de Ordenación General de Precedencias en el Estado, haciendo una aplicación analógica de su artículo 13 relativo a los Presidentes de las Comunidades Autónomas y su ordenación. El mencionado Real Decreto da precedencia al presidente de la comunidad autónoma de celebración de un acto, sobre los otros que, si concurriesen al mismo, habrían de ordenarse siguiendo el criterio que establece su artículo 13: “Los presidentes de consejos de Gobierno de las comunidades autónomas se ordenarán de acuerdo con la antigüedad de la publicación oficial del correspondiente Estatuto de Autonomía”.
24.5.10
Proponen modificar la bandera de la Ciudad de Buenos Aires
Consideran que la misma representa un símbolo colonial, y amerita que en este Bicentenario se cambie ese estandarte.
Un legislador de Proyecto Sur considera que la Ciudad de Buenos Aires tiene como bandera oficial un símbolo pro-colonialista, integrada por emblemas del imperio español, razón por la cual presentó un proyecto de ley para derogar la ordenanza 49669 que adopta el blasón porteño. La iniciativa fue acompañada por las firmas de todos los diputados que forman parte del Bloque Proyecto Sur.Para el diputado Adrián Camps, “quienes vivimos en esta gran ciudad, cosmopolita y democrática, no nos merecemos tener una bandera que contiene símbolos autoritarios y monárquicos. Este símbolo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no refleja en absoluto los principios de democracia participativa y el rechazo a todo tipo de discriminación o menoscabo que contiene nuestra Constitución, ni el pensamiento de los habitantes porteños. Pero tampoco se merecen esta bandera colonial los pueblos originarios que habitaron y habitan nuestra ciudad y el territorio argentino, masacrados por el poder imperial en uno de los genocidios mas atroces de la historia de la humanidad”.
Según los fundamentos que versan en el proyecto, hace 200 años, la Ciudad de Buenos Aires se levantó contra el poder colonial español y comenzó una lucha por la independencia que, bajo el mando del general José de San Martín superaría el ámbito geográfico del Virreinato del Río de la Plata para dar libertad a Chile y Perú. Posteriormente, el ejército libertador sumó sus fuerzas con otros hermanos latinoamericanos, que comandados por Simón Bolívar concluyeron la liberación del continente.
“Buenos Aires es la ‘hermana mayor’ de la independencia argentina y artífice de la independencia latinoamericana y su bandera debe ser fiel reflejo de su lucha por la democracia y reflejar el pluralismo de la composición de su sociedad”, insistió Camps, y agregó: “Entendemos que la adopción de una nueva bandera para la Ciudad debe estar precedida por un amplio debate en el seno de la sociedad”.
El proyecto propone, además, que la aprobación, derogación o modificación de los símbolos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tengan un procedimiento de doble lectura, es decir, que deberá contacto con una audiencia pública obligatoria.
21.5.10
LA BANDERA DE MACHA: VERDADES Y MITOS
Algunas precisiones históricas acerca de la supuesta “Primera Bandera” creada por Belgrano, recientemente establecida como insignia oficial de Tucumán.
Hace unos días la Legislatura sancionó una ley por la cual consagró a la llamada "Bandera de Macha" como insignia oficial de la Provincia de Tucumán. Uno de los argumentos más escuchados para sustentar esta decisión fue que, de ese modo, se rendía homenaje a la "Primera Bandera" que Manuel Belgrano habría creado en Rosario; y cuyo diseño coincidiría con el de Macha. Ahora bien, ¿Hasta qué punto es cierto, comprobable y verificable esta afirmación? Es lo que intentaremos desentrañar en el curso de este artículo.
Hemos escuchado muchas historias relacionadas con la creación de la Bandera Argentina y la institución de sus colores. Algunos recordaremos que sus orígenes se remontarían al 25 de Mayo de 1810, fecha en la cual Domingo French y Antonio Berutti habrían repartido cintas celestes y blancas a los patriotas congregados en torno a la "Plaza de la Victoria" para identificarlos y exaltar los espíritus patrios.
También nos contaron que Manuel Belgrano creó la escarapela, con su formato actual, inspirado en el celeste del cielo y el blanco de las nubes; o bien en los colores del manto de la Virgen de la Inmaculada Concepción, de quien era ferviente devoto; o bien inspirado en los colores del uniforme del Cuerpo de Patricios, de cuyo Regimiento era oficial.
Se comentó, además, que el propio Belgrano habría izado la Bandera en las barrancas de la "Villa del Rosario" el 27 de Febrero de 1812.
¿Qué hay de verdadero en todos estos relatos? Veremos que muy poco. Cuenta Juan Manuel Berutti (hermano del prócer) en sus "Memorias Curiosas", que las cintas que repartían French y Berutti eran solamente blancas, el color tradicional de los Borbones, "y significaban la unión entre los españoles americanos y europeos"; como un manifiesto a la igualdad de trato y acceso al Gobierno que los americanos reclamaban durante la Revolución.
Las cintas celestes y blancas se repartieron recién en 1811 y las utilizaban como divisa los partidarios de Mariano Moreno. Las mismas simbolizaban la unión (color blanco) y la libertad (el celeste). Después estos lemas (unión y libertad) se consignaron en todas las monedas patrias acuñadas a partir de 1813 y podemos apreciar aún hoy esa leyenda en la moneda de un peso.
Con respecto a la escarapela concebida por Belgrano, documentos de la época refieren que era celeste en el centro con sus bordes blancos (diferente a la que hoy conocemos), lo cual nos da un dato crucial para indagar el formato de la Primera Bandera Patria.
Se conjetura que Belgrano habría elegido estos colores porque eran los utilizados en las bandas que cruzaban sobre sus pechos los Borbones españoles en las ceremonias oficiales. La finalidad de esta elección habría sido la de transmitir un mensaje subliminal de respeto y apego al cautivo rey Fernando VII, para disimular así el ánimo independentista de la mayoría de los patriotas. Todos recordarán el famoso cuadro de Francisco de Goya, donde retrata a los miembros de la familia real española, que lucen bandas idénticas a las presidenciales argentinas.
En lo que respecta al primer izamiento de la Bandera en Rosario, tampoco hay constancias documentales. Lo concreto y verificable es que Belgrano, desde Rosario, pidió al Gobierno, el 13 de febrero de 1812, que se instituyera una escarapela para identificar a las tropas patriotas, sin hablar de colores, a fin de evitar que los cuerpos, en un eventual enfrentamiento armado, se confundieran con los realistas. Así que fue el Gobierno estableció la escarapela "blanca y azul celeste".
El 27 de febrero de 1812, Belgrano se dirigió nuevamente al Primer Triunvirato en estos términos: "Siendo preciso enarbolar bandera, y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste, conforme a los colores de la escarapela nacional: espero que sea de la aprobación de Vuestra Excelencia". En ningún momento el prócer señala qué formato tenía la bandera por él creada. Tampoco dice que la enarboló, dónde, cuándo, ni si la hizo jurar. Es llamativo que diga "blanca y celeste, conforme a los colores de la escarapela nacional". Tampoco dice que tuviera tres franjas, ni la correspondiente distribución de sus colores. Es claro que si la hubiera creado con tres listones, así lo habría indicado al Triunvirato, a fin de que éste pudiera aprobar y replicar la insignia de su creación en los demás cuerpos patrios.
Ese mismo día el Gobierno ordenó a Belgrano hacerse cargo del Ejército del Norte, destino a donde éste partió a principios de Marzo, sin tomar conocimiento de que el Triunvirato había desaprobado su creación de la Enseña Patria.
La pregunta ahora es: ¿Qué hizo Belgrano con la Bandera de Rosario? ¿La dejó en la guarnición que custodiaba las barrancas del Paraná o se la llevó a Jujuy? La respuesta a este interrogante nos la dan las ordenanzas militares vigentes y la opinión de varios expertos en historia militar. Las Banderas no son de propiedad de los Jefes que comandan una unidad, sino que permanecen con ésta, pese a los cambios de mando. Por ello, es poco probable que Belgrano, tan apegado como lo era a la observancia de las Ordenanzas, hubiera llevado consigo la Bandera hacia su nuevo destino. El General San Martín, cuando regresó del Perú, no volvió con la Bandera de los Andes debajo del brazo; sino que la misma quedó bajo custodia de los cuerpos argentinos que quedaron en ese país, hasta su retorno definitivo al suelo Patrio.
Por ello, lo más probable es que la Primera Bandera creada por Belgrano haya permanecido en Rosario, hasta que llegó la comunicación de su supresión. Por consiguiente, no sería de extrañar que el sucesor de Belgrano la haya retirado y, tal vez, destruido. Con lo cual, la Bandera enarbolada, bendecida y jurada en Jujuy el 25 de mayo de 1812 debió haber sido, necesariamente, otra distinta; pero que pudo haber guardado similitud con la originaria, de Rosario.
Luego de la segunda reprimenda del Triunvirato, Belgrano guardó la bandera jurada en Jujuy y que después del triunfo de Tucumán (24 de Septiembre de 1812), ya caído el Primer Triunvirato, la volvió a sacar a la luz. Así fue que presidió la fiesta patronal de Nuestra Señora de la Merced, celebrada días después del combate, en nuestra Provincia; la ceremonia de Juramento a orillas Río Pasaje y la Batalla de Salta.
Entonces, ¿Cómo era la Bandera originaria de Belgrano, y que llevó, triunfal, a Salta? La respuesta nos la da el propio Belgrano: En 1815, durante su estadía en Londres, el General se hizo retratar sentado por el pintor francés Francois-Casimir Carbonnier, en un famoso cuadro, cuyo original se encuentra en un museo de la ciudad de Olavarría y existe una réplica del mismo en nuestra Casa Histórica. Detrás del cortinaje, a la derecha y abajo del prócer se aprecia una escena de la Batalla de Salta. Allí se ve claramente a un jinete que lleva una bandera de dos franjas horizontales: blanca la superior y celeste la inferior. Ahora bien, no se entiende cómo un pintor francés, totalmente desconocedor de la historia y la situación argentina (país remoto e ignoto en esa época), pudo pintar una bandera de esa naturaleza, si no fuera porque el propio Belgrano le hubiera dado instrucciones de que así era la bandera enarbolada por él en Salta.
Existe un elemento más a considerar a favor de que la bandera originaria de Belgrano constaba de dos bandas horizontales: blanca la de arriba, celeste la de abajo. La Bandera de los Andes, confeccionada a fines de 1816 en Mendoza guardaba igual diseño. Algunos autores piensan que, habiendo compartido el General San Martín casi tres meses (de Enero a Marzo de 1814) en Tucumán con Belgrano, bien pudo éste haberle indicado el formato originario de la enseña de su creación.
Pero, ¿De dónde salió la Bandera Argentina que conocemos hoy? ¿Y dónde encaja en toda esta historia la llamada "Bandera de Macha", hoy emblema de Tucumán? Es el enigma que intentaremos descifrar en el próximo artículo.
Por Juan Pablo Bustos Thames - Abogado, Ingeniero en
Sistemas de Información y
Docente Universitario
LOS ORIGENES DE LA BANDERA (2ª PARTE)
La Bandera Argentina, tal como la conocemos hoy, es diferente a la que diseñó el General Manuel Belgrano originalmente. Lo único que no cambiaron: sus colores.
En nuestra columna anterior intentamos acercarnos someramente a los orígenes de nuestra Enseña Nacional. Relatamos que cintas con los colores patrios fueron distribuidas en Buenos Aires durante Febrero de 1811 (casi un año después de lo que comúnmente se cree), siendo el distintivo de los seguidores de Mariano Moreno, que se agrupaban en torno a la "Sociedad Patriótica". Ese año, los regimientos de Infantería que simpatizaban con los morenistas: "América" o "Estrella", y los "Granaderos de Fernando VII" usaban ya una escarapela celeste con fondo blanco.
Recién el 18 de Febrero de 1812 el Primer Triunvirato (y no Manuel Belgrano) instituyó la Escarapela Nacional "de dos colores blanco y azulceleste", para uniformar los cuerpos patrios; ya que algunos usaban aún la tradicional escarapela roja española y otros la celeste con fondo blanco (los regimientos "morenistas"). Esta escarapela "oficial" era de fondo celeste y de bordes blancos, a la inversa que la "morenista". Existen documentos y distintos retratos de la época que así lo testimonian.
El 27 de Febrero de 1812 Belgrano expone al Triunvirato que, precisando contar con una bandera para izar en sus defensas sobre el río Paraná, y no teniéndola, había mandado hacer una "blanca y celeste conforme a los colores de la escarapela nacional". Expusimos que lo más razonable era que esa bandera originaria fuera de dos franjas horizontales, blanca la superior, celeste la inferior. En esos días, Belgrano fue trasladado al Ejército del Norte y el Triunvirato le ordenó que se abstuviera de seguir enarbolando su bandera.
Mientras tanto, ¿qué pasaba en Buenos Aires? Se sabía que Belgrano había enarbolado una bandera con los colores de la escarapela; pero no su formato (pues no la habían visto nunca); y también que el Gobierno lo había reprendido severamente por ello. La escarapela "oficial" había tomado como propios los colores "morenistas". La Sociedad Patriótica, con nuevos bríos, se distanciaba del Primer Triunvirato, al cual acusaba de tener un perfil "tibio" y moderado; cuando debía profundizarse el proceso de emancipación.
Nuestro comprovinciano, Bernardo de Monteagudo dirigía entonces la Sociedad Patriótica, e inició una implacable prédica en contra del Gobierno; acusándolo de ser complaciente con los realistas, y protestaba porque le había ordenado a Belgrano retroceder hasta Córdoba. Llevó adelante una severa campaña de desprestigio contra el Triunvirato, y popularizó el uso de los colores patrios por doquier; como símbolos de la resistencia hacia el Gobierno. Algunos autores creen que, en esos días fue que se gestó la creación de la Bandera que hoy conocemos. Su primera aparición públicamente acreditada fue teatral.
Efectivamente, cuenta el oficial portugués Joao Rademaker que, en ocasión del segundo aniversario de la Revolución, el 24 de Mayo de 1812, se presentó una obra titulada: "El Veinticinco de Mayo". Era el primer melodrama musical argentino; donde se interpretaban también canciones patrióticas. Casi al final de la misma, quien personificaba a "El Espíritu de la Independencia Americana" presentó al auditorio una insignia celeste y blanca, que muchos piensan era nuestra actual bandera.
Era el primer desafío al Triunvirato, que había desaprobado exhibir otra enseña que la española. La ovación y el éxito de la presentación "en sociedad" de esa primera "bandera" en el Coliseo Provisional fue tal, que el Gobierno no pudo impedir que la misma se difundiera y esparciera por doquier. Desde entonces, se popularizó el uso de esa enseña. El día 23 de Agosto de 1812, para celebrar el fracaso de la conspiración realista encabezada por Alzaga, manos anónimas izaron por primera vez la bandera celeste y blanca en el campanario de la Parroquia de San Nicolás. Tiempo después, en el mismo lugar donde se levantaba esa iglesia, se erigió el "Obelisco de Buenos Aires". En una de las caras del Obelisco, aún hoy se puede leer: "En este sitio en la Torre de San Nicolás fue izada por primera vez en la ciudad la Bandera Nacional el XXIII de Agosto de MDCCCXII". Es paradójico que, mientras el Triunvirato le prohibiera a Belgrano enarbolar su enseña en los confines de la Patria, en la Capital se exhibieran los colores patrios en forma de bandera bajo las mismas narices del Gobierno.
Cuando la noticia del triunfo de Tucumán, junto con la consecuente "desobediencia" de Belgrano (quien no retrocedió hasta Córdoba, como se le había ordenado) llegó a Buenos Aires, el descontento en la ciudad era mayúsculo; y se gestó de inmediato un golpe de estado para deponer al Gobierno, organizado por la Sociedad Patriótica en combinación con unos "recién llegados", que se reunían secretamente en una "logia" de la cual muy poco se sabía (San Martín, Alvear, Zapiola, etc.). El movimiento se gestó el 8 de Octubre de 1812 y resultó en la caída del Triunvirato, y la convocatoria a una Asamblea General Constituyente. El nuevo Gobierno se mostró mucho más tolerante con la flamante enseña; y si bien es cierto no la aprobó formalmente, estimuló, en los hechos, su uso y difusión.
Cuenta Pedro Agrelo, uno de los asambleístas del Año XIII, que "se mandó quitar de todas partes la bandera española y se sustituyó, de hecho, el nuevo escudo y bandera azulceleste y blanco, que se sancionara después de derecho para la República cuando se declaró la independencia". Sin embargo, en el escudo, la Asamblea instituyó los colores (celeste arriba, blanco abajo) exactamente al revés que los de la bandera belgraniana. La razón es simple: los asambleístas nunca vieron a la bandera de Belgrano; y se guiaron por los colores que les eran más familiares: los de la bandera "porteña", que se popularizó desde entonces, desplazando a la que había concebido el prócer.
Mientras tanto: ¿Qué pasaba en Tucumán, después de la victoria?. Belgrano se anotició del fin del Primer Triunvirato. Supo también que en la Capital se hacía pública ostentación de una bandera "parecida" con los colores patrios, y que nadie se rasgaba ya las vestiduras por ello. A fines de 1812 recibió refuerzos importantes. Estos nuevos regimientos venían con la novedad de la flamante bandera "porteña": de tres franjas horizontales: celeste-blanca-celeste. Tal vez algunos llegaron hasta a portarla.
La misma se empezó a popularizar desde entonces. Durante 1813, mientras la enseña "porteña" se imponía en los hechos en todo el país; en el Ejército del Norte convivían varios emblemas similares. Se usaba la originaria bandera de Belgrano junto a la "porteña", y otras llamativas combinaciones; siempre con los colores patrios. Por ejemplo, hay quienes cuentan que el cuerpo de Patricios, en el Alto Perú, llevaba una bandera muy curiosa: sobre dos bandas horizontales (la "belgraniana"), llevaba la Cruz de San Andrés roja (típica de la infantería española); y encima de ella, el escudo de la Soberana Asamblea del Año XIII. Otros cuerpos llevaban únicamente la Cruz roja sobre la enseña belgraniana.
Como se necesitaba difundir el ideal revolucionario; se multiplicó en el Norte la confección de banderas celestes y blancas. En la mayoría de los casos, su diseño ya empezaba a coincidir con el actual. Belgrano remitía banderas para ser colocadas en los Cabildos y estimular así el reclutamiento de los patriotas altoperuanos.
Mientras, el 16 de Octubre de 1813 el Gobernador realista de Montevideo, Gaspar de Vigodet informaba que los "rebeldes de Buenos Aires" izaron en el fuerte, un nuevo pabellón "con dos listas azulceleste a las orillas y una blanca en medio". Era la primera referencia concreta, en la historia, a la actual Bandera Argentina, tal cual la conocemos hoy. Con ello, la creación "porteña" empezó a desplazar definitivamente a la "belgraniana", condenándola a la marginación, primero, a la desaparición después, y finalmente, al olvido de la mayoría de los ciudadanos.
En la próxima columna abordaremos el tema de la "Bandera de Macha", actual emblema de la Provincia de Tucumán.
Por Juan Pablo Bustos Thames - Abogado, Ingeniero en
Sistemas de Información y
Docente Universitario
16.5.10
España devuelve a México la bandera con la que empezó la Guerra de la Independencia
España ha devuelto este domingo a México la primera bandera de la historia del país, que enarbolaron los rebeldes que iniciaron la Guerra de la Independencia, un acto que, según el presidente Felipe Calderón, "enaltece la historia común" de estas naciones y "estrecha aún más" su amistad.
Los presidentes de México y de España, José Luis Rodríguez Zapatero, han intercambiado dos enseñas del siglo XIX requisadas por los ejércitos de ambos países durante las batallas de la Guerra de la Independencia, en un acto celebrado en Santillana del Mar, donde ambos han destacado los vínculos que unen a las dos naciones y han expresado su deseo de que el futuro sea compartido.
España ha devuelto a México una enseña con la imagen de la Virgen de Guadalupe en el anverso y el Arcángel San Miguel con el Águila Imperial, en el reverso, requisada en 1811 por el ejército español en la batalla de Calderón a los rebeldes que levantaron el grito de insurrección en la Villa de San Miguel el Grande.
Esta bandera permanecía en el Museo del Ejército y ha sido devuelta a México coincidiendo con el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución.
A cambio, México ha devuelto a España una coronela de la Expedición de Barradas, tomada en 1829 en la batalla de Tapico, el último intento de las tropas españolas por tomar la ciudad de México, y que este país custodiaba en el Museo Nacional de Historia de Chapultepec.
México y España se han prestado, además, otras dos banderas que cada país se quedará el depósito, por un periodo de cinco años.
Se trata de una enseña gemela de la bandera más antigua de México y de una enseña sencilla con la Cruz de San Andrés que también fue confiscada por las tropas mexicanas a la Expedición de Barradas en la batalla de Tampico.
Renovado lazo de unión
El presidente de México ha dicho que la ceremonia representa un "renovado lazo de unión" entre dos países que "trascienden el pasado" y es un símbolo del profundo respeto que se profesan ambos pueblos y de la fraternidad que une a dos naciones que lejos de detenerse en el pasado, miran a un futuro que será "luminoso".
Según Calderón, el hecho de que 200 años después regresen a México las primeras banderas enarboladas por los insurgentes representa un orgullo para la República, porque refrenda su carácter de país libre y soberano.
Se trata de las primeras manifestaciones simbólicas de la existencia de México como nación independiente, ha explicado Calderón, quien ha subrayado que los mexicanos nunca olvidarán este gesto.
José Luis Rodríguez Zapatero, quien a su llegada al acto ha recibido abucheos y gritos de "fuera", ha destacado que este intercambio de bienes culturales coincide con el Bicentenario de la Independencia de México, un acontecimiento que España acompaña con "la mirada respetuosa al pasado compartido y la visión de un futuro común aún más fecundo y rico".
El presidente ha dicho que España y México tienen motivos para sentirse orgullosos del camino que han recorrido juntos en estos 200 años y muchos más para seguir construyendo un futuro compartido. "Que así sea", ha apostillado.
La ceremonia se ha cerrado con una marcha del Regimiento Inmemorial del Rey número 1 del Cuartel General del Ejército, ataviados con uniformes de la época de Carlos III.
A este acto, celebrado en la Plaza del Ayuntamiento de Santillana del Mar, han asistido la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; y los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y Educación, Ángel Gabilondo.
DISAD pide que la histórica Bandera de España intercambiada con México resida en Santander
La Asociación para la Divulgación de la Hispanidad, DISAD, pidió hoy al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y al consejero de Cultura, Francisco Javier López Marcano, que soliciten al Ministerio de Defensa que le histórica bandera de España que mañana se intercambiará con México, dentro de los actos previos a la Cumbre entre ambos países, resida en Santander.
El objetivo de DISAD es que la bandera sea conservada en una instalación regional o local de máxima relevancia, en la que los escolares cántabros puedan visitarla y entender su importancia en la historia de la hispanidad.
Según el presidente de la asociación cultural, Eduardo Castillo, "símbolos como éste permiten a los escolares entender nuestra historia y situarse físicamente en acontecimientos que explican nuestra relación como países hermanados, que comparten vínculos históricos profundos".
Castillo ofreció la propia asociación para trabajar conjuntamente con las instancias regionales o locales para diseñar un conjunto de contenidos que permitan contextualizar las visitas a la bandera, con un repaso a la historia común entre España y México.
El estandarte español seleccionado para la permuta de mañana en Santillana del Mar es una bandera que se conserva en el Museo del Ejército, que fue tomada a las tropas del Cura Hidalgo en 1811, con recuadro central blanco con la imagen de la Virgen de Guadalupe en anverso y escudete con el águila sobre el nopal y con una serpiente en su pico, con la imagen de San Miguel a modo de timbre, en el reverso.
Esta bandera fue tomada a las tropas mexicanas por las tropas españolas en los enfrentamientos del Puente del Calderón, el 17 de enero de 1811, y se caracteriza por los emblemas adoptados por los mexicanos en los comienzos de su rebelión del color azul y de la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Por parte mexicana se entregará una bandera de infantería que se conserva en el Museo de Chapultepec. En concreto, se trata de una bandera Coronela del Batallón del Rey Fernando con el estandarte real, que forma parte de las cuatro enseñas tomadas a la expedición del General Barradas tras la batalla de Tampico, el 13 de septiembre de 1829, en su intento de tomar la ciudad de México.
Brillantes banderas: un nuevo símbolo para Europa
Diseñadores de todo el mundo han sido invitados a presentar sus propuestas para una nueva bandera de Europa que refleje la realidad actual del continente. De los más de 1.400 diseños presentados se ha elegido 12 que serán izados en mástiles en el exterior de Hofvijver, en La Haya, desde el 31 de mayo al 6 de junio.
Bright Flags
A new symbol for Europe
Outdoor exhibition
Hofvijver, The Hague
Monday 31 May until Sunday 6 June
The current European flag, with the twelve golden stars against a blue background, was designed in 1955. Since then society in Europe has changed dramatically. Nowadays various cultures live and work together in a relative small area. What is the impact of this new, dynamic society with its diversity in culture, language and traditions on Europe’s identity? How do Europeans experience Europe? And how can that identity take shape?
Designers from across the world have been invited to consider these questions and to submit their ideas for a new symbol for Europe. More than 1,400 designs from 63 countries were received. An international jury selected twelve. These new symbols will adorn the flagpoles at the Hofvijver for a week.
The exhibition will be accompanied by a debate, featuring representatives of the European Commission and designers discussing Europe’s identity. The exact date, time and location will be announced on this website.
14.5.10
Oropesa del Mar aprueba provisionalmente su bandera municipal
La tramitación del expediente, que ha finalizado con la aprobación de la bandera, ha sido llevado “de la mano del Consell Heràldic Valencià, que ha ido haciendo recomendaciones para que el emblema municipal se ajustase a los condicionantes que supone el hecho de que se desarrollara a partir del escudo del municipio ya existente. Además, el expediente cuenta también con un informe del Director del Colegio Heráldico de España, Luís Valero de Bernabé, en el cual se considera que la bandera cumple con las normas de la heráldica y la vexilología.
La nueva bandera de Oropesa del Mar es de proporciones 2/3, partida por la mitad horizontal, arriba de azul, debajo de plata o argent. En medio un castillo de oro blasonado en sable blasonado en gules de cuya torre del homenaje sale una bandera de plata o argent.
La nueva bandera aprobada provisionalmente por el pleno del Ayuntamiento permanecerá por periodo de un mes en exposición pública por si se presentara alguna alegación, plazo tras el cual, de no haberlas, se enviará la propuesta al Consell Heràldic, para su aprobación.
A partir de su aprobación definitiva, la bandera del municipio presidirá, junto a las banderas oficiales, todos los edificios municipales de Oropesa del Mar.
10.5.10
Nueva web: Símbolos de Huelva
La web es obra de Francisco Manuel García Farrán, quien se ocupa de los textos, y José Manuel Erbez, responsable de los dibujos.
Cada municipio cuenta con su propia página donde se recogen sus símbolos, con su imagen, su descripción, la fecha y norma de adopción y una explicación del significado de sus elementos (cuando se dispone de la misma)
Aunque todas las imágenes de las banderas han sido dibujadas por los autores de esta web, la mayor parte de los escudos están tomados de la base de datos de Heráldica Municipal que mantiene en su web la Diputación Provincial. Sin embargo, es propósito de los autores ir sustituyendo paulatinamente estas imágenes por dibujos propios.
El origen de la "Bandera de Macha"
La Legislatura de Tucumán consagró la llamada "Bandera de Macha" como nueva insignia provincial. Esta enseña tiene el mismo formato de tres franjas horizontales de la actual Bandera Argentina, pero con los colores invertidos. Es decir: blanco en los extremos y celeste en el centro.
Su origen es bastante controvertido. Para algunos, es la Primera Bandera que Belgrano enarboló en Rosario. Sin embargo, tal hipótesis tiene poco fundamento, toda vez que la Primera Bandera debió quedar necesariamente en Rosario y es poco verosímil que Belgrano la hubiera llevado consigo a su nuevo destino, en el Norte.
Tenemos, además, el retrato del prócer pintado en Londres por Carbonnier, que nos muestra una bandera de dos franjas horizontales: blanca la superior, celeste la inferior. Esta prueba es categórica en contra de quienes piensan que la "Bandera de Macha" sería la enseña belgraniana originaria.
Entonces, ¿Cuál es el origen de la "Bandera de Macha"?. El 16 de Octubre de 1883, el Padre Primo Arrieta se hizo cargo de la Capilla de Titirí, un apartado paraje cercano a la localidad boliviana de Macha. La capilla, hoy en desuso, tiene paredes de adobe y techo de paja, y mide 6 metros de frente por 20 metros de fondo. Macha es un poblado más importante, de cuya Parroquia depende Titirí.
Ese día el Padre Arrieta encontró cuatro banderas arrolladas como "marcos" de dos cuadros de Santa Teresa, expuestos a ambos lados de la capilla. Algunos sostienen que en realidad, las banderas estaban enrolladas en fundas "rojas", que dobladas, hacían de marcos a tales cuadros.
Dos de ellas tenían los colores argentinos: una como nuestra actual bandera, otra, con los colores invertidos: la "Bandera de Macha"; y otras dos con "los colores rojo y azul"; lo cual luce llamativo y curioso.
Para preservarlas mejor, el Padre Arrieta clavó las banderas celestes y blancas "a la pared cubriéndolas con los dos cuadros dichos". No nos dice qué hizo con las otras dos banderas azules y rojas, cuyo rastro se pierde, así, en la historia.
El Padre creía que dichas enseñas eran "las traídas por el general Belgrano y perdidas en Ayoma, porque el cuidado y su conservación revela que una mano amiga las guardó, conociendo su importancia moral, en un lugar retirado de la parroquia, como es Titirí, no en el templo principal de donde las habrían arrancado los realistas que vivían y recorrían el país". Atribuye tal conservación al Padre Juan de Dios Aranívar, amigo de Belgrano y párroco de Macha durante 1813; ya que su último registro en los libros parroquiales de Macha corresponde al día anterior a la Batalla de Ayohúma; lo cual da a entender, que "su patriotismo lo condenó a la proscripción", dejando las banderas allí escondidas, luego de la derrota.
Belgrano se hospedó, en vísperas de Ayohúma, en la casa parroquial de Macha. Además, el Ejército del Norte asistió a una Misa de Campaña en el campo de batalla, antes de batirse. Con lo cual, es probable que Belgrano y el Padre Aranívar fueran amigos y que éste estuviera presente en Ayohúma.
En 1896 Bolivia reintegró a la Argentina la enseña similar a la Bandera Nacional. La misma se conserva en el Museo Histórico Nacional como la "Bandera de Ayohúma", habiendo sido recientemente restaurada; pues tenía manchas de sangre, agujeros y deterioros producidos, aparentemente, en combate.
La llamada "Bandera de Macha", en cambio, más intacta, y sin señales de haber entrado en acción, se conserva en la Casa de la Libertad, de la ciudad de Sucre, en una vitrina, y se la exhibe como "Bandera del General Manuel Belgrano".
Algunos autores plantean que las banderas celestes y blancas se encontraban "enmarcando" uno de los cuadros de Santa Teresa, ubicado en un lateral del templo; mientras que las otras dos (las azules y rojas) enmarcaban al otro cuadro, en el costado opuesto.
El primer cuadro se encontraría a buen resguardo de la lluvia y las inclemencias del tiempo; mientras que el otro, tal vez, estuvo expuesto a filtraciones constantes y permanentes de agua, por la pared o a través del techo de paja de la capilla. Entonces, al estar envueltas las banderas en un forro rojo, la humedad, durante más de setenta años, consiguió que el rojo terminara, a la larga, destiñendo los colores blancos originarios de las banderas; y de ahí su coloración al momento de su descubrimiento. El celeste, al ser más resistente, en combinación con el rojo, se habría tornado en un azul oscuro; que es el color que cuenta el Padre Arrieta haber visto en dichas banderas. Por eso es probable que las cuatro banderas de Titirí llevaran los colores patrios.
Algunos sostienen que Belgrano, en la desesperación de la derrota, pidió al Padre Aranívar que ocultara las banderas para evitar que cayeran en manos del enemigo, que lo perseguía tenazmente. Esta hipótesis no es creíble. Es cierto que, después del combate, el ejército patrio se desbandó y escapó del campo en forma desorganizada. El terreno era escarpado y, después de escalar unas ásperas lomadas, los sobrevivientes se agruparon en torno a la Bandera que Belgrano había hecho enarbolar, en una loma cercana, para conservar la disciplina y el fervor de los dispersos. Además, cuenta el Gral. Paz que el enemigo no efectuó una persecución encarnizada, por falta de caballería y por respeto a la retaguardia patriota comandada valientemente por Cornelio Zelaya, que los mantenía a distancia.
Por eso no se entiende cómo pudo Belgrano ordenar ocultar unas banderas, para enarbolar otra en plena retirada, en forma contradictoria. Lo más probable es que quien guardara las banderas en Tirirí lo hiciera por decisión propia, al ver perdida la batalla. También es cierto que quien lo hizo, se dio tiempo para envolverlas bien y disimularlas enmarcando dos cuadros; lo cual demuestra que no hubo una persecución implacable después de la derrota.
Es probable que quien las ocultara fuera el Padre Aranívar, o manos altoperuanas, ya que Titirí es un lugar apartado y de difícil acceso, desconocido, para los "abajeños"; situado sólo a 11 kilómetros de Ayohúma, pero fuera del camino de retirada a Potosí.
No se puede asegurar que la "Bandera de Macha" sea la bandera originaria de Belgrano, al no haber constancias documentales que lo respalden. Es probable que hubiera sido una de las tantas insignias enarboladas por algún cuerpo altoperuano, que en el desbande de la derrota, fuera resguardada en una capilla apartada, que sólo los naturales del lugar conocían. Recordemos que en 1813 proliferaban emblemas de diverso formato con los colores patrios.
Convivían la bandera originaria de Belgrano con la que conocemos hoy, portada por los cuerpos porteños (es la "belgraniana" con una banda adicional superior celeste). Por ello, no es descabellado suponer que, los altoperuanos, para diferenciarse de los "abajeños", le hubieran adicionado a la enseña belgraniana otra franja adicional, pero esta vez, abajo y de color blanca.
El hecho de que la "Bandera de Macha", a diferencia de su hermana, la "de Ayohúma" esté relativamente intacta, abona la idea de que, o bien se exhibió en algún edificio público, tal vez como bandera de reclutamiento, y se la retiró después de la derrota; o bien fue la insignia de algún cuerpo auxiliar altoperuano de reclutas, que no llegó a combatir, o que se desbandó en el campo, ante la inexperiencia de sus soldados.
Los Generales Paz o Lamadrid nunca mencionaron a esta bandera en sus memorias; o que fuera venerada por Belgrano. Se trató simplemente de una enseña patria más utilizada sólo en el Alto Perú, ya que en el resto de la Argentina no se registraron nunca antecedentes de la misma.
Entonces, la mentada "Bandera de Macha" constituyó un jalón más en el proceso de consolidación de nuestra Nación; y revela cómo rioplatenses y altoperuanos luchamos juntos, bajo los mismos colores, en la gloriosa gesta de la Independencia.
Por Juan Pablo Bustos Thames - Abogado, Ingeniero en Sistemas de Información y Docente Universitario
El Siglo Web
2.5.10
Los colores de Málaga
Verdes, blancas, azules, amarillas... Como si de un arco iris se tratara, las banderas de los municipios de Málaga ofrecen un amplio abanico de tonalidades en el que el azul del mar predomina en muchas de ellas. Mientras que Ronda ha dado los primeros pasos para diseñar la suya, la verde y morá, como se conoce a la de la capital, está dividida en dos mitades verticales. La parte izquierda de color morado y la derecha, de color verde, con el escudo de la ciudad en el centro. Contiene una villa sobre unas peñas con un puerto en lo bajo, todo sobre ondas de mar de plata y azul, y dos figuras que simbolizan a los patronos de la ciudad: San Ciriaco y Santa Paula.
Rincón de la Victoria tiene bandera propia desde hace apenas cinco años. Su diseño es obra del arquitecto Alfonso Braquehais Lumbreras y del ingeniero Jorge Romero Braquehais, quienes ganaron un concurso dotado con 1.000 euros convocado por el Consistorio. Se presentaron más de 90 bocetos. El oro, el azul y el blanco son los colores que otorgan los rasgos más característicos del municipio de Rincón de la Victoria. El dorado del sol, y el azul del mar, y las líneas blancas que simulan las olas. Además, la bandera municipal muestra cuatro estrellas, que representan a los cuatro núcleos urbanos -Rincón de la Victoria, La Cala del Moral, Torre de Benagalbón y Benagalbón (cuya estrella está más alejada como su población)- , que se encuentran rodeando al escudo del municipio.
La de Vélez-Málaga va ligada a la concesión del escudo y del pendón por Isabel la Católica el 14 de septiembre de 1999. La bandera se adopta del citado pendón. Es verde y tiene en el centro el escudo. Éste al rey Fernando sobre un caballo en acción de armas atacando a unos musulmanes que habían dado muerte a su vasallo Sebastián Fernández, Palafrenero Real, que según la tradición había salvado la vida al rey en una incursión musulmana por sorpresa en el campamento cristiano durante la toma de la ciudad. Este real escudo representaba la única acción de armas que el rey Fernando el Católico tuvo durante la Guerra de Granada, y era todo un honor que el Consistorio veleño reclamó a los Reyes Católicos y que le fue concedido. Hecho que la distinguiría de las otras ciudades del reino, según explicó el responsable de Patrimonio del Ayuntamiento de Vélez-Málaga, Emilio Martín Córdoba.
Blanca y verde. Los mismos colores que la bandera autonómica son los que rigen en el balcón de Estepona cuyos orígenes no están documentados a día de hoy. No se sabe de cuándo data, del porqué de sus colores y, todo sea dicho, tampoco tiene una mayor trascendencia en la vida del municipio, pasando prácticamente desapercibida aunque está presente en el balcón del Ayuntamiento. Cosa distinta es el escudo de la localidad que se puede ver por cualquier parte de la ciudad y sobre el que se han hecho varios estudios convirtiéndose en la auténtica insignia del municipio.
En la comarca del Guadalhorce, Alhaurín de la Torre presentó la primera bandera municipal de la historia del pueblo en el año 2002. Desde entonces uno de los símbolos oficiales es esta bandera cuyo paño rectangular tiene en la parte central el escudo de la villa y donde predominan los colores oficiales de Alhaurín de la Torre: el azul de fondo y el amarillo en dos bandas horizontales estrechas que cruzan la enseña por su parte central.
La bandera de Pizarra fue elegida el 19 de enero de 2004, coincidiendo con el mismo día, pero del año 1818 en el que Pizarra obtuvo el privilegio de convertirse en un municipio. En 2004 los pizarreños eligieron democráticamente la bandera que representa al municipio entre un concurso de ideas entre los vecinos. Finalmente el 26 de febrero del año 2006 se presentó públicamente la bandera oficial de Pizarra que fue diseñada por el vecino José Manceras Lobato. En el paño predomina el color celeste que evoca la claridad del cielo de Pizarra, según el autor. El color morado simboliza el pueblo y las personas; blanco la paz y las casas de este pueblo del interior; y el verde simboliza los campos y entorno natural, así como los identifica como malagueños y andaluces.
En el año 1991 el Pleno del Ayuntamiento de Fuengirola aprobó dotar al municipio de una bandera, fecha en la que se conmemoró el 150 aniversario de la emancipación de la localidad de Mijas. Pero sin duda, la bandera de Fuengirola es distinta a las demás ya que al contrario de otros modelos donde predominan las líneas rectas, este estandarte cuenta con dos franjas ondeantes celestes que rodean a una blanca central, que simbolizan la estrecha relación del municipio con el mar. Además, en uno de los laterales la bandera cuenta con una estrella dorada, símbolo de Sohail.
En cuanto a la de Mijas, está dividida en tres grandes franjas horizontales que son símbolos de las tres realidades del municipio; una franja verde, que simboliza la sierra, otra blanca que representa al pueblo blanco, y otra azul en referencia al mar. En medio del estandarte se encuentra una imagen de la torre de la Muralla bajo el lema muy leal, que fue otorgado por el emperador Carlos I durante la Guerra de las Comunidades.
La bandera de Benalmádena también es bastante singular. Debido a que no se conservan documentos en los que se señale un modelo de bandera del propio municipio a finales de los noventa la Corporación local decidió crear una propia, es decir, un estandarte en el que se reflejaran los colores predominantes en esta localidad de la Costa del Sol. En la mitad superior se puede ver el color amarillo, símbolo del sol que convirtió al municipio en sus comienzos en una próspera zona agrícola y posteriormente en una punto de atracción turístico, mientras que en la parte inferior se coloreó de naranja, con el propósito de hacer referencia al color de la miel al ser recolectada, ya que no hay que olvidar que Arroyo de la Miel fue una pedanía estrechamente ligada a Benalmádena pueblo.
En Antequera se conserva un pendón o enseña que según la tradición entregó el Infante Don Fernando a la ciudad sobre el 1410. Según el historiador Cristóbal Fernández este pendón enarbolado por los cristianos sobre la conquistada fortaleza fue cedido por el Infante a Rodrigo de Narváez y Gonzalo Chacón, al conferirles el nombramiento de Alcaide de la fortaleza y Alcalde Mayor al primero y Alférez y Alguacil Mayor de la entonces villa al segundo.
Málaga Hoy
La bandera de Marbella, motivo de polémica
También el escudo de Marbella ha sido motivo de polémica. De hecho, durante los 14 meses que gobernó la Comisión Gestora hubo un intento de modificar el escudo y la bandera de la ciudad (bandera ésta compuesta por cinco franjas horizontales, dos azul marina, dos blancas y una celeste en el centro), pero la propuesta fue desestimada por la falta de consenso entre los integrantes.
Según algunas fuentes, estos símbolos fueron cambiados sin ningún tipo de consenso ni rigor heráldico por el GIL y no han sido tramitados ante la Junta de Andalucía, por lo que diversos sectores reclaman la rehabilitación del escudo otorgado por los Reyes Católicos a la ciudad en 1493 y el reconocimiento oficial de una bandera.
Fue la asociación Cilniana para la conservación del Patrimonio de la Costa del Sol la que presentó esta propuesta de modificación de escudo. Francisco Moreno, entonces integrante de la Gestora como vocal de Cultura y Enseñanza, y miembro de Cilniana, explicó que el gobierno municipal presidido por el fallecido ex alcalde Jesús Gil aprobó "sin unanimidad" en 1994 la modificación del escudo y la bandera del municipio, aunque subrayó que la iniciativa que finalmente fue rechazada "no tiene connotaciones políticas ninguna, sino históricas". Desde el actual equipo de Gobierno no hay intención de modificar el actual escudo y la bandera de la ciudad.
Málaga Hoy