Conseguir que las enseñas de España y Castilla y León ondeen en el Ayuntamiento se ha convertido en un «viacrucis» para el alcalde
Objetivo: buscar una bandera de España y otra de Castilla y León para que ondeen en la fachada del Ayuntamiento de Aldeanueva del Codonal. Suena sencillo, aunque en realidad el periplo por los despachos de las instituciones para lograr estos símbolos se ha convertido en un «viacrucis» para el alcalde de la localidad, Pedro Gómez Sanz, del PP, cuando se ha cumplido un mes desde su «triste», como él mismo la califica, toma de posesión. «Y digo triste -relata- porque aunque fui votado por una mayoría del 73% de los sufragios emitidos, mi pueblo, que es muy pequeño, desangelado y cada vez mas pobre, sin gente joven y con la población envejecida, como muchos de los que existen en Castilla y León, no asistió a mi toma de posesión».
El acto de la jura del cargo de la nueva Corporación era «público, abierto y tan solemne, aunque seamos pequeños, como en cualquier otra parte de España». Sin embargo, fue todo lo contrario: «No acudió el pueblo porque nadie sabía cuándo y a qué hora se iba a celebrar y que además era un acto público, al que podían acudir todo el que lo deseara, del mismo modo que se puede acudir al recuento general de los votos (falta de educación democrática )».
La Corporación saliente tampoco acudió, «y eso que somos vecinos y del mismo partido, y se les echó de menos». Con todo, Gómez Sanz considera que «lo mas triste fue que tuvimos que jurar los cargos sin crucifijo ni banderas -las dos que tenemos en la fachada están tan destrozadas que parecen las de 'los últimos de Filipinas'-, ni Constitución y sin un cuadro del jefe del Estado».
Lo primero pase, dice el alcalde, «a pesar de las creencias de algunos, porque tenemos que acostumbrarnos a vivir en un país laico, pero lo de que no haya una Constitución en un Ayuntamiento, primer y máximo referente público que debe de hacerla guardar, al igual que la fotografía del rey, no tiene perdón, y de ello responsabilizo a la Corporación saliente».
Pero, ¿y lo de las banderas?. «Esto es todavía peor», explica el regidor popular. «Nada mas jurar el cargo me puse a buscar por todos los rincones del Ayuntamiento para ver si había alguna y no encontré nada, por lo que, ni corto ni perezoso y con el fin de evitar la triste imagen que da el Consistorio, me fui a Segovia, y aquí empezó mi vía crucis».
Primero en el Partido Popular, «donde me dijeron, muy amablemente, que con todo el follón de las elecciones se habían quedado sin ellas y no disponían allí ni de Constitución ni de cuadros del rey, proponiéndome que las pidiera en la Diputación». Allá se fue Gómez «cargado de ilusión con mi recién estrenado cargo de alcalde, y allí me estaban esperando, eso sí, sin banderas ni de España ni de Castilla y León, aunque amablemente me dieron una de la Diputación».
Por encargo previo pago
De la institución provincial «me desviaron a la Junta, donde sin rodeos me explicaron que lo de la bandera de España y la Constitución era cosa de la Subdelegación del Gobierno en la provincia, y para la de Castilla y León me dieron la dirección de una empresa en Toledo, para poderla encargar, previo pago naturalmente de su importe, al igual que con la fotografía del rey».
A la Subdelegación del Gobierno, señala el alcalde de Aldeanueva del Codonal, «llegué, todo hay que decirlo, muy bajo de moral. Me dieron un buen recibimiento, pero me fui con una mano delante y otra detrás, a pesar de la envidia que me daban las numerosas banderas de seda bordadas que allí había por todos los rincones, al igual que en todos los estamentos por los que ya había visitado. Y yo sin un triste retal (dicho sea con todos los respetos ) que llevarme al pueblo».
Pedro Gómez se pregunta si no sería mas lógico que con el nombramiento de los nuevos ayuntamientos fuera incluido un paquete de banderas para todo el mandato, por que éstas también se gastan, al igual que las papeletas de las votaciones y la propaganda muchas veces mal utilizada de los partidos».
Asegura que no pide por pedir, pero que con la crisis y la imposibilidad de endeudamiento de los ayuntamientos, «el mío ya lo está con dos créditos necesarios por 40.000 euros, que es mi herencia», no tienen «ni para banderas, cuadros del rey ni para Constituciones».
El alcalde emplea la ironía al afirmar que «me estoy pensando llamar a Bildu para que me envíen las que a ellos les sobran por no quererlas, crear nuestra propia bandera y por cuadro poner el del nuevo Ayuntamiento, que se lo va a tener que currar de lo lindo para sacar de donde no hay, eso sí sin cobrar un duro, que para eso somos de quinta división».