España ha devuelto este domingo a México la primera bandera de la historia del país, que enarbolaron los rebeldes que iniciaron la Guerra de la Independencia, un acto que, según el presidente Felipe Calderón, "enaltece la historia común" de estas naciones y "estrecha aún más" su amistad.
Los presidentes de México y de España, José Luis Rodríguez Zapatero, han intercambiado dos enseñas del siglo XIX requisadas por los ejércitos de ambos países durante las batallas de la Guerra de la Independencia, en un acto celebrado en Santillana del Mar, donde ambos han destacado los vínculos que unen a las dos naciones y han expresado su deseo de que el futuro sea compartido.
España ha devuelto a México una enseña con la imagen de la Virgen de Guadalupe en el anverso y el Arcángel San Miguel con el Águila Imperial, en el reverso, requisada en 1811 por el ejército español en la batalla de Calderón a los rebeldes que levantaron el grito de insurrección en la Villa de San Miguel el Grande.
Esta bandera permanecía en el Museo del Ejército y ha sido devuelta a México coincidiendo con el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución.
A cambio, México ha devuelto a España una coronela de la Expedición de Barradas, tomada en 1829 en la batalla de Tapico, el último intento de las tropas españolas por tomar la ciudad de México, y que este país custodiaba en el Museo Nacional de Historia de Chapultepec.
México y España se han prestado, además, otras dos banderas que cada país se quedará el depósito, por un periodo de cinco años.
Se trata de una enseña gemela de la bandera más antigua de México y de una enseña sencilla con la Cruz de San Andrés que también fue confiscada por las tropas mexicanas a la Expedición de Barradas en la batalla de Tampico.
Renovado lazo de unión
El presidente de México ha dicho que la ceremonia representa un "renovado lazo de unión" entre dos países que "trascienden el pasado" y es un símbolo del profundo respeto que se profesan ambos pueblos y de la fraternidad que une a dos naciones que lejos de detenerse en el pasado, miran a un futuro que será "luminoso".
Según Calderón, el hecho de que 200 años después regresen a México las primeras banderas enarboladas por los insurgentes representa un orgullo para la República, porque refrenda su carácter de país libre y soberano.
Se trata de las primeras manifestaciones simbólicas de la existencia de México como nación independiente, ha explicado Calderón, quien ha subrayado que los mexicanos nunca olvidarán este gesto.
José Luis Rodríguez Zapatero, quien a su llegada al acto ha recibido abucheos y gritos de "fuera", ha destacado que este intercambio de bienes culturales coincide con el Bicentenario de la Independencia de México, un acontecimiento que España acompaña con "la mirada respetuosa al pasado compartido y la visión de un futuro común aún más fecundo y rico".
El presidente ha dicho que España y México tienen motivos para sentirse orgullosos del camino que han recorrido juntos en estos 200 años y muchos más para seguir construyendo un futuro compartido. "Que así sea", ha apostillado.
La ceremonia se ha cerrado con una marcha del Regimiento Inmemorial del Rey número 1 del Cuartel General del Ejército, ataviados con uniformes de la época de Carlos III.
A este acto, celebrado en la Plaza del Ayuntamiento de Santillana del Mar, han asistido la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; y los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y Educación, Ángel Gabilondo.
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