En el número 111 de la revista "Historia de Iberia Vieja", correspondiente a septiembre de 2014, aparece publicado un dossier con el título La guerra de las banderas ¿Cuál es la auténtica? y dedicado a la historia de la bandera de España. En el mismo se incluye una entrevista a José Manuel Erbez, secretario de la Sociedad Española de Vexilología.
Extractamos aquí el texto de dicha entrevista:
P- ¿Cuál es la bandera que más tiempo ha representado a España?
R- Si prescindimos de los diferentes escudos que se han colocado sobre ella, no cabe duda de que la bandera que ha representado a España como nación durante más tiempo ha sido la conocida como rojigualda, es decir, la actual. Aunque originalmente no fue creada como bandera “nacional”, sino para ser usada por los barcos de la Marina de Guerra y las fortificaciones costeras, se puede decir que representa a España desde su creación en 1785 hasta nuestros días, sin más interrupción que los años de la II República.
Antes de 1785 podemos hablar de símbolos que de alguna forma representaban a España, como el color rojo (tomado del pendón real, y éste del color de Castilla), la Cruz de Borgoña o las banderas blancas del ejército borbónico, pero en ningún caso se pueden equiparar en cuanto a significado con la enseña que lleva más de 120 años representando a nuestro país.
P- ¿Quién se considera el "padre" creativo de la actual bandera de España?
R- Tradicionalmente se le asigna a Carlos III este honor, aunque como hemos dicho él eligió entre doce diseños previos. No sabemos si dichos diseños serían obra del mismo ministro Antonio Valdés o -cosa más probable- de algún desconocido funcionario.
Se ha especulado mucho sobre los motivos que llevaron a Carlos III a elegir estos colores, y se han buscado explicaciones simbólicas, como que el amarillo representa el oro del Imperio y el rojo la sangre derramada en defensa de la nación. También se ha afirmado, con bastante más fundamento, que el rey tenía presente que el rojo y el amarillo son los colores dominantes en los escudos de Castilla, Aragón y Navarra, y se ha sugerido que el modelo elegido suponía una combinación de los colores aragoneses con el escudo castellano. Pero de lo único que tenemos constancia es de un motivo de índole práctica: el de que la bandera pudiera ser distinguida de lejos.
P- ¿Qué supuso el Real Decreto del 13 de octubre de 1843 para su evolución?
R- El decreto expone la necesidad de suprimir las diferencias entre la bandera nacional y las particulares de los cuerpos del Ejército, y añade que "las banderas y estandartes de todos los cuerpos e institutos que componen el Ejército, la Armada y la Milicia Nacional, usarán iguales en colores a la bandera de guerra española, y colocados éstos por el mismo orden que lo están en ella".
De este modo, la bandera rojigualda pasaba de ser exclusiva de la Marina de Guerra a ser común para todas las fuerzas armadas, a la vez que recibía el reconocimiento oficial de bandera nacional.
Esto era el resultado de la evolución ocurrida en las décadas precedentes. Durante los turbulentos tiempos de la Guerra de la Independencia y del reinado de Fernando VII (1814-1833) la confusión y otras circunstancias impidieron la unificación de las enseñas, y cantidad de unidades, guerrillas y fuerzas voluntarias adoptaron banderas de diseño propio, con insignias y motivos religiosos, frases patrióticas y dibujos regionales. Sin embargo, los colores rojo y amarillo se fueron imponiendo como los representativos de la nación española.
P- ¿A qué se debe el color morado de la bandera republicana? ¿Se utilizó la Tricolor durante la Primera República?
R- Este es un tema controvertido y para el que no hay una respuesta fácil. A lo largo del siglo XIX fue surgiendo entre algunos círculos republicanos la idea de que la bandera rojigualda era el símbolo de la Monarquía, y comenzaron a propugnar una enseña alternativa que, en su opinión, representaba de modo más cabal a todos los pueblos de España. Esta bandera añadía al rojo y al amarillo el morado, considerado (erróneamente) como el color del "Pendón de Castilla".
En realidad, el color de Castilla ha sido siempre el rojo en su tonalidad carmesí, es decir, un tono intenso, más bien oscuro. Probablemente, el hecho de que este color, con el tiempo, tienda a degradarse hacia tonalidades más azuladas hiciera que muchas banderas o estandartes castellanos acabaran pareciendo de color morado. Este color se asoció al movimiento de los Comuneros, que entre 1520 y 1522 se rebelaron contra Carlos V, y a los que la imaginación romántica convirtió en precursores de las revoluciones liberales.
A pesar de ello, la proclamación de la Primera República no supuso un cambio en la bandera nacional, que siguió siendo la bicolor, aunque al escudo se le suprimió la corona real.
P- ¿Cuáles son las principales novedades en el guión y el estandarte de Felipe VI?
R- Si prescindimos de los diferentes escudos que se han colocado sobre ella, no cabe duda de que la bandera que ha representado a España como nación durante más tiempo ha sido la conocida como rojigualda, es decir, la actual. Aunque originalmente no fue creada como bandera “nacional”, sino para ser usada por los barcos de la Marina de Guerra y las fortificaciones costeras, se puede decir que representa a España desde su creación en 1785 hasta nuestros días, sin más interrupción que los años de la II República.
Antes de 1785 podemos hablar de símbolos que de alguna forma representaban a España, como el color rojo (tomado del pendón real, y éste del color de Castilla), la Cruz de Borgoña o las banderas blancas del ejército borbónico, pero en ningún caso se pueden equiparar en cuanto a significado con la enseña que lleva más de 120 años representando a nuestro país.
P- ¿Quién se considera el "padre" creativo de la actual bandera de España?
R- Tradicionalmente se le asigna a Carlos III este honor, aunque como hemos dicho él eligió entre doce diseños previos. No sabemos si dichos diseños serían obra del mismo ministro Antonio Valdés o -cosa más probable- de algún desconocido funcionario.
Se ha especulado mucho sobre los motivos que llevaron a Carlos III a elegir estos colores, y se han buscado explicaciones simbólicas, como que el amarillo representa el oro del Imperio y el rojo la sangre derramada en defensa de la nación. También se ha afirmado, con bastante más fundamento, que el rey tenía presente que el rojo y el amarillo son los colores dominantes en los escudos de Castilla, Aragón y Navarra, y se ha sugerido que el modelo elegido suponía una combinación de los colores aragoneses con el escudo castellano. Pero de lo único que tenemos constancia es de un motivo de índole práctica: el de que la bandera pudiera ser distinguida de lejos.
P- ¿Qué supuso el Real Decreto del 13 de octubre de 1843 para su evolución?
R- El decreto expone la necesidad de suprimir las diferencias entre la bandera nacional y las particulares de los cuerpos del Ejército, y añade que "las banderas y estandartes de todos los cuerpos e institutos que componen el Ejército, la Armada y la Milicia Nacional, usarán iguales en colores a la bandera de guerra española, y colocados éstos por el mismo orden que lo están en ella".
De este modo, la bandera rojigualda pasaba de ser exclusiva de la Marina de Guerra a ser común para todas las fuerzas armadas, a la vez que recibía el reconocimiento oficial de bandera nacional.
Esto era el resultado de la evolución ocurrida en las décadas precedentes. Durante los turbulentos tiempos de la Guerra de la Independencia y del reinado de Fernando VII (1814-1833) la confusión y otras circunstancias impidieron la unificación de las enseñas, y cantidad de unidades, guerrillas y fuerzas voluntarias adoptaron banderas de diseño propio, con insignias y motivos religiosos, frases patrióticas y dibujos regionales. Sin embargo, los colores rojo y amarillo se fueron imponiendo como los representativos de la nación española.
P- ¿A qué se debe el color morado de la bandera republicana? ¿Se utilizó la Tricolor durante la Primera República?
R- Este es un tema controvertido y para el que no hay una respuesta fácil. A lo largo del siglo XIX fue surgiendo entre algunos círculos republicanos la idea de que la bandera rojigualda era el símbolo de la Monarquía, y comenzaron a propugnar una enseña alternativa que, en su opinión, representaba de modo más cabal a todos los pueblos de España. Esta bandera añadía al rojo y al amarillo el morado, considerado (erróneamente) como el color del "Pendón de Castilla".
En realidad, el color de Castilla ha sido siempre el rojo en su tonalidad carmesí, es decir, un tono intenso, más bien oscuro. Probablemente, el hecho de que este color, con el tiempo, tienda a degradarse hacia tonalidades más azuladas hiciera que muchas banderas o estandartes castellanos acabaran pareciendo de color morado. Este color se asoció al movimiento de los Comuneros, que entre 1520 y 1522 se rebelaron contra Carlos V, y a los que la imaginación romántica convirtió en precursores de las revoluciones liberales.
A pesar de ello, la proclamación de la Primera República no supuso un cambio en la bandera nacional, que siguió siendo la bicolor, aunque al escudo se le suprimió la corona real.
P- ¿Cuáles son las principales novedades en el guión y el estandarte de Felipe VI?
R- La novedad más importante y visible ha sido la recuperación del color rojo carmesí para el paño, volviendo así a la tradición que había sido interrumpida por Isabel II, quien adoptó precisamente el color morado, y rompiendo con la línea iniciada por Juan Carlos I al adoptar el azul.
Por otra parte, Felipe VI elimina de su escudo la Cruz de Borgoña, el yugo y las flechas usados por su padre. emblemas que, aunque vinculados a la tradición de la monarquía española, estaban demasiado identificados con la símbología política. del régimen de Franco.
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