Una muralla de banderas negras empezó a ondear ayer frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, en señal de luto por las víctimas cubanas de atentados durante los últimos 47 años. Así quedó obstruida la vista de la pizarra electrónica que emite mensajes políticos desde esa oficina diplomática desde hace tres semanas, acción que el gobierno cubano considera una "provocación".
La Jornada
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