La sociedad tinerfeña no está en abosoluto entusiasmáda con la propuesta del candidato del PP a la Alcaldía de Santa Cruz, Ángel Llanos, de poner una gran bandera de Tenerife en la plaza de España. Muy al contrario, todos los consultados rechazan y dicen que se trata de una «burda copia»
Si a Ángel Llanos se le hubiera ocurrido hace unos meses poner una bandera de Tenerife de 300 metros cuadrados en un mástil de 51 metros de altura en pleno centro de la remodelada plaza de España seguro que más de uno le hubiese entusiasmado la idea. Sin embargo, que haya hecho la propuesta unos días después de que su jefe de partido y presidente del Cabildo grancanario, José Manuel Soria, izara la gran bandera de Gran Canaria en la Fuente Luminosa ha provocado que a algunos les haya sonado más a burla que a iniciativa seria.
Sin ir más lejos, el vicepresidente de la Corporación insular, José Manuel Bermúdez, decía ayer que, en la misma plaza de España, «el edificio del Cabildo ya tiene suficientes banderas», nada menos que tres en cada fachada. Además considera que la Corporación insular «no está para copiar ni para gastar dinero un una bandera más grande que la de Gran Canaria».
Bermúdez asegura que si de símbolos se trata, «Tenerife ya tiene el suyo, y es el más alto... no van a encontrar un asta de bandera más alta que El Teide», bromeaba ayer.
Tampoco el alcalde de Santa Cruz, Miguel Zerolo, ve con buenos ojos que se coloque una bandera de 300 metros cuadrados en su ciudad. Considera que la propuesta sea «oportuna» y dice que si a Llanos se le hubiera ocurrido poner una bandera hace tiempo, «pues bueno, bien, pero ponerla ahora, y un metro más alta que la de Soria, me suena más a competitividad dentro del Partido Popular que otra cosa».
Otros se preguntan qué pensarán los arquitectos suizos autores del vanguardista proyecto de remodelación de la plaza de España de la idea de Ángel Llanos. No tendrán estos últimos que esperar mucho para la opinión de los arquitectos porque hoy, casualidades del destino, estará en Tenerife Jacques Herzog, autor del proyecto junto a Pierre De Meuron, visitando la obra acompañado por el presidente insular, Ricardo Melchior, por José Manuel Bermúdez y por Miguel Zerolo.
Bermúdez era uno de los que ayer se preguntaba por el efecto que causaría en los arquitectos suizos que el Cabildo le impusiera colocar una gran bandera de Tenerife: «Me da la impresión -decía Bermúdez- de que la bandera no entre dentro de sus valores estéticos y menos izada en un asta de 51 metros de altura».
Canarias 7
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