5.10.06

Rosario y el misterio de la bandera de Belgrano

Miguel Carillo Bascary

La falta de certeza sobre un hecho del pasado no puede alentar afirmaciones dogmáticas carentes del debido fundamento. Rosario tiene la honra de ser "cuna de la Bandera", pero la bruma de los tiempos nos impide conocer cómo fue ésta en realidad. Durante 150 años se ha especulado al respecto, pero lo cierto es que no existe prueba alguna de cómo fue la bandera que Belgrano izó en aquel Rosario de 1812. No se han conservado documentos suficientes, al menos no son conocidos. Sólo contamos con las palabras de Belgrano al gobierno: "La mandé hacer celeste y blanca". Por ende, toda hipótesis seria merece nuestro respeto, pero falsearíamos la historia si consagramos como verídica a cualquiera de ellas.

En 1885 se descubrieron dos banderas en una humilde capilla del altiplano boliviano, en Titiri, curato de San Antonio de Macha. Las circunstancias inducen a pensar que fueron emblemas del ejército de Belgrano. Más tarde una de ellas, de tres franjas (azul, blanca y azul, horizontales) fue cedida a nuestro país y hoy está en el Museo Histórico Nacional. Un decreto del presidente Frondizi (1962) dispuso que se exhibiera en el Monumento, pero resistencias burocráticas porteñas frenaron inicuamente la orden. El Intendente Lifschitz ha actualizado el reclamo y esperamos que pueda lograrse su traslado, sería de plena justicia.

Esta enseña es conocida como "bandera de Ayohuma". La otra, denominada "de Macha", también tiene tres franjas (blanca, celeste y blanca), fue retenida en Bolivia; luego se constituyó en la pieza fundacional de su principal museo histórico, la "Casa de la Libertad" (Sucre); por lo tanto sería muy difícil su devolución. Como lo indica la página web oficial de la institución (www.casadelalibertad.org.bo/sala4.html), se exhibe como "la enseña que el general Manuel Belgrano enarboló por primera vez el 27 de febrero de 1813, a orillas del río Pasaje" (sic). Esta calificación contiene evidentes errores: el primer izamiento fue el 27 de febrero, pero de 1812 y en Rosario; Belgrano cruzó el río Pasaje el 13 de febrero de 1813 y allí hizo jurar obediencia a la Asamblea de 1813 que acababa de constituirse. En consecuencia, la certificación histórica dada por Bolivia sencillamente no es válida.

Desde 1941, al menos, se han intentado diversas gestiones para recuperar esta bandera; todas sin resultado. Bolivia la considera como una de las principales piezas museológicas del período de la Emancipación y ha resistido todo reclamo. Hacia 1957 el historiador Augusto Fernández Díaz enunció la tesis de que esta bandera sería la que izó Belgrano en las barrancas de Rosario. Tal formulación posee lógica, pero como ya lo aclaró oportunamente la Academia Nacional de la Historia, es huérfana de toda prueba documental, ni siquiera puede allegarse la tradición.

Otra hipótesis, debida al historiador Félix Chaparro, difundida en la década de 1940, dice que la bandera de 1812 era de dos paños, verticales, blanca y celeste. Por todo respaldo el autor alude a la versión de un miembro de cierta antigua familia rosarina; a quien nunca quiso identificar. Hoy no resulta aceptable.

La publicación de una carta enviada por el señor Héctor Lima, en la columna "Charlas en el Café del Bajo" (La Capital, 27/9/06), motiva este necesario contrapunto. Lima da por cierto y probado que la bandera hoy en Sucre es la izada el 27 de febrero de 1812; acto seguido sus palabras lamentan (en duros términos) que las autoridades no se hayan comprometido suficientemente en reclamar esta reliquia para exhibirla en el Monumento a la Bandera. Coincido con que sería histórico que la enseña descanse alguna vez en Rosario. Se trata de una bandera que presumiblemente perteneció a los ejércitos belgranianos, situación que por sí sola merita todo esfuerzo para traerla. Sin embargo, afirmar que es la bandera del 27 de febrero de 1812 desconoce la existencia de otra hipótesis que hoy cuenta con muchas mayores razones y hasta con un documento pictórico que permite sostener la propuesta. En 1815 Belgrano posó para un retrato al óleo del afamado pintor Carbonnier, de lo que se deduce que le habría dado instrucciones sobre algunos detalles. En un ángulo de la obra hay una escena bélica (se supone que el triunfo de Salta) donde se distinguen nada menos que tres banderas, con solo dos franjas horizontales, blanca la superior y celeste la restante. Esta circunstancia determina que la mayor parte de la moderna crítica histórica señale que ésta podría haber sido la composición de la bandera de 1812; pero no sin dejar de observar que no constituye prueba absoluta.

Así las cosas, como rosarinos y argentinos, no podemos caer en el error de enrolarnos dogmáticamente en ninguna de las posturas indicadas. La única certeza es el color: celeste y blanco, como dejó dicho Belgrano. El misterio que atañe a las franjas de nuestra primera bandera continúa vigente; mal haríamos en comprometernos con posiciones insuficientes.

(*) Presidente de la Junta de Historia de Rosario y secretario del Instituto Belgraniano de Rosario

La Capital

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