El pleno de la Corporación municipal de Ramales de la Victoria, presidido por el alcalde, José Domingo San Emeterio (PP), acordó en su última sesión aprobar la composición del escudo municipal, tal y como figura en el informe heráldico elaborado por el Centro de Estudios Montañeses. El acuerdo contó con el visto bueno de los ediles del equipo de gobierno, la abstención del PSOE y el voto en contra del PRC, que a través de su portavoz, Fermín Gómez Seña, mostró su oposición al modelo propuesto de escudo al no incluirse el Palacio de Revillagigedo.
El escudo aprobado está timbrado por la corona real. En el cuartel superior tiene un roble (símbolo de la Junta de Parayas ante el cual los concejos se convocaban y hacían los juramentos de los acuerdos), sobre ondas de azur y plata que expresan las corrientes fluviales y los caminos que confluyen en el término de la villa dando nombre a la misma. El cuartel inferior está formado por una uve en mayúscula en oro que significa la Victoria que en la primera guerra carlista obtuvieron, tras enconada batalla, los ejércitos isabelinos liberales del general Espartero frente a los carlistas en la villa, que fue decisivo para frenar la extensión y duración de la guerra.
La batalla obtuvo para el general Espartero el título de Duque de la Victoria y para la villa el apellido que la orla.
El expediente del escudo será remitido al Gobierno de Cantabria, a través de la Dirección General de Administración Local, para la aprobación definitiva.
En la misma sesión, los ediles únicamente con la abstención del PSOE, ratificaron el acuerdo adoptado por el pleno de la Corporación municipal de 29 de marzo de 1999 en el que se aprobó la composición de la bandera municipal, tal y como figura en el informe heráldico elaborado por el Centro de Estudios Montañeses. En concreto, se trata de una bandera rectangular formada por tres bandas horizontales de igual tamaño con los colores rojo, blanco y amarillo.
La banda superior de color rojo significa el valor, el tesón y coraje de sus habitantes en la lucha y defensa de sus derechos y libertades; la intermedia de color blanco reflejaría la nobleza e hidalguía cántabra de sus gentes, de la que queda abundante testimonio en los solares de sus términos con timbres heráldicos y censos, y finalmente la banda inferior de color amarillo, mostraría las iniciativas, empuje y logros en las empresas de las que han sido protagonistas los naturales de este municipio. De igual forma, el expediente sobre la bandera será remitido al Gobierno de Cantabria para su aprobación definitiva.
El Diario Montañés
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