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Ante la pata negra, nadie enarbola conceptos como hecho diferencial, pluralidad lingüística o derecho histórico. Ahí no hay división. No existe ideología que no venere, e incluso se emocione, ante una ración del veteado oro graso. ¿Quien preferiría cambiarlo por la butifarra, el fuet o el chóped?
Los internautas, cansados de tanta crispación, han encontrado el verdadero símbolo de la unidad de España —sacado de una campaña publicitaria— en un fino corte de jamón curado. En la imagen, aparece adosado a un afilado mástil. Aunque, tal y como anda la precampaña, mejor no poner un cuchillo jamonero al alcance de ningún político.
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