15.5.07

Banderas Astronómicas

Jorge Arturo Colorado. Asociación Salvadoreña de Astronomía

Las banderas son algo más que piezas de tela, son manifiestos simbólicos que representa a un grupo de personas, una nación o una institución, y encarnan aquellos paradigmas históricos, religiosos, políticos o imaginarios que ostenta el colectivo.
La disciplina que estudia los símbolos se llama semiótica, y la vexilología es la rama encargada de estudiar el universo de las banderas. Su análisis parte desde el elemento material que la conforma. Este estudio toma en cuenta el color, dimensiones y franjas que componen las banderas, pero también analiza los mensajes que van implícitos.
Las banderas contienen mensajes con aquellos significados que las sociedades consideran especialmente importantes. “Dios, Unión, Libertad” o un escudo posicionado en el centro o periferia de la bandera le dice mucho a la vexilología, todos estos elementos toman parte importante para entender el discurso que se encierra bajo estos componentes gráficos.
Si observamos detenidamente las banderas de las naciones actuales notaremos que un buen número de ellas contiene una gran variedad de colores, las hay que poseen líneas, franjas y figuras geométricas. Pero también notaremos que un buen número contiene una enorme variedad de estrellas, soles y lunas.
Estrellas
En algunas banderas las estrellas se encuentran arregladas dentro de esquemas astronómicos reconocibles en el cielo, un buen ejemplo es la bandera de Brasil, la cual contiene una esfera celeste en el centro del estandarte. Ahí el ecuador celeste es reemplazado con una banda con la leyenda “Ordem e Progreso” (Orden y Progreso) y en cuyo fondo se observa una serie de estrellas arregladas según algunas de las constelaciones del hemisferio sur. Aparece el Can Menor, Can Mayor, Cruz del Sur, Triángulo Austral y Escorpión, asimismo están presentes algunas de las estrellas más brillantes de las constelaciones de Virgo, Octantes y Carina. En la bandera brasileña las constelaciones además de representar el cielo austral simbolizan a los estados que componen a la unión federal del Brasil.
Otro caso es la bandera australiana, la cual asocia dentro de su manifiesto al símbolo del Reino Unido y la constelación de la Cruz del Sur. Al mismo tiempo aparece una estrella imaginaria de siete puntas llamada “la estrella de la mancomunidad”.
Nueva Zelanda ostenta una bandera similar a la australiana, pero omite a la estrella imaginaria de siete puntas y a la estrella Épsilon Crucis, uno de los astros menos brillantes que conforman la Cruz del Sur. 2,300 kilómetros al noreste de la ciudad australiana de Pert, se encuentra la Isla de Navidad, la cual posee una bandera en donde la Cruz del Sur vuelve a presentarse, pero a diferencia de Australia y Nueva Zelanda, la Isla de Navidad acompaña a la constelación sureña con su ave emblemática: el “Golden Bosun”. Del mismo modo la bandera de Papúa y Nueva Ginea muestra a la Cruz del Sur pero el pájaro que la acompaña es un ave del paraíso.
Al otro lado del mundo, la bandera del estado de Alaska presenta a la constelación de la Osa Mayor girando en torno a Polaris, la estrella polar. En la latitud donde se encuentra ubicado el territorio de Alaska la constelación de la Osa Mayor es circumpolar; es decir, se puede observar todas las noches del año en diferentes posiciones.
Algunas banderas poseen estrellas que no representan constelaciones, en este caso pueden simbolizar territorios o naciones que componen el estado. Un buen ejemplo es la bandera de las islas Tuvalu ubicadas en el Océano Pacífico, cuya bandera contiene en su estandarte a las nueve islas que conforman su territorio como nueve estrellas que forman una constelación imaginaria.
En nuestra Latinoamérica la bandera Venezolana también posee ocho estrellas que representan cada provincia de la república, la última de ellas adicionada el 13 de marzo de 2006 y que simboliza a la Provincia de Guayana. Del mismo modo la bandera de Honduras ostenta cinco estrellas las cuales representan a cada una de las antiguas Provincias Unidas de Centroamérica.
Lunas y Soles
Otras banderas presentan lunas y soles. Una de ellas, la de Turquía, es especialmente emblemática. Posee una media luna creciente y una estrella de cinco puntos. El origen de dicho estandarte es discutido, pero es seguro que posee una gran antigüedad, se cree que la bandera de Turquía procede desde los remotos tiempos del imperio otomano. También los países de Uzbekistán, Azerbaiyán, Maldiva, Mauritania, Malasia, Pakistán y Turkmenistán ostentan medias lunas en sus banderas las cuales según cada caso son acompañadas de vivos y relucientes colores que poseen un significado particular.
El Sol también es un elemento importante en las banderas, clásico es el ejemplo de Japón en el cual aparece un círculo central de color rojo llamado “Nisshōki”, que al ser traducido al castellano significa Disco Solar. Del mismo modo la bandera de la nación caribeña de Antigua y Barbuda posee un sol que nace en el horizonte, el cual simboliza el amanecer de una nueva era. Lo mismo ocurre para la república de Kiribati, un archipiélago en el Océano Pacífico, cuya bandera incluye un ave sobrevolando un sol dorado que también emerge del horizonte. En el centro de África, la república de Malawi posee en su bandera otro sol naciente, en este casi simbolizando la esperanza y libertad del continente africano. El sol aparece sobre un fondo negro, el cual simboliza a los mártires de la libertad.
¿Por qué símbolos astronómicos?
Desde tiempos remotos las sociedades han representado al cielo como un elemento que se opone al terrestre, dentro de esta lógica la Tierra posee ciertas características que la hacen mundana, alcanzable, posible e imperfecta, en contra del cielo el cual aparenta propiedades divinas, inalcanzables y maravillosas.
A pesar de que nuestra humanidad ha descubierto que el universo está conformado por los mismos elementos que poseemos en nuestra tierra, y que las leyes del cielo son aplicables a nuestra naturaleza cercana, el mundo de los símbolos es irreverente ante estas verdades reveladas por la ciencia.
Necesitamos crear contradicciones en nuestros discursos simbólicos, simplemente por que nuestra lógica cultural funciona de esa manera. Las culturas crean órdenes, en donde la posición o falta de un elemento dice mucho en relación a los roles, prohibiciones, mitos, política, economía y demás elementos que nos conforman como grupo. El equiparar a nuestros sueños y quimeras junto con estrellas, soles o lunas significa el especial valor que para el universo simbólico posee el cosmos. Esto indica que en la escala de valor cultural las estrellas marcan la dirección de nuestros paradigmas más queridos.

El Faro

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