14.9.08

Regresa al Colegio de San Nicolás la bandera del Batallón Matamoros

CARLOS F. MARQUEZ
La delegación en Michoacán del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) entregó ayer al gobernador Leonel Godoy Rangel la bandera restaurada que distinguiera al Batallón Matamoros en la lucha contra la intervención estadunidense. Este pendón ha sido resguardado por el Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo durante más de 120 años como el único emblema de la participación michoacana en la defensa de la soberanía nacional.
El 12 de septiembre ondeó por primera vez en manos de Isidro Alemán, la bandera del Batallón Matamoros al pie del Castillo de Chapultepec que sufría ya las embestidas del ejército invasor. “Comenzó luego a flamear en los aires bajo un sol hermoso y en medio de los gritos o mejor dicho, saludado por los soldados con los gritos de ¡Viva México! ¡Aquí está Michoacán! ¡Mueran los yanquis! acompañando los gritos con algunas interjecciones”, relata en sus memorias el abanderado de la tropa michoacana.
Para conmemorar esa gesta, ayer se hizo la entrega simbólica del pendón a un costado de la Plaza de Armas (precisamente frente al portal Matamoros), mismo escenario en el que Melchor Ocampo, entonces gobernador de Michoacán, se dirigiera al Batallón Matamoros un jueves 27 de mayo de 1847 con las siguientes palabras: “...Michoacán, la cuna de los héroes, la tierra clásica de la libertad en la República, no puede tener hijos que la traicionen, que la engañen con un juramento sacrílego. ¿Sería el Batallón Matamoros el primero que deslustrase el buen nombre de Michoacán? ¿Seréis vosotros los que hagáis maldecir nuestro estado y que caiga de su antiguo renombre? No, mil veces no; vais ´a representar en el ejército nuestras antiguas glorias: aumentadlas”.
Después de 161 años, el gobernador Leonel Godoy volvió a pronunciar el memorable discurso de Melchor Ocampo en el que incluso tuvo resonancia el discurso épico de los trágicos griegos al parafrasear las dolientes, aunque heroicas, palabras de las espartanas: “vuelvan con sus arcos o sobre ellos”. De esta manera se despidió al ejército de civiles voluntarios que respondieron al llamado de la defensa de la soberanía.
La bandera del Batallón Matamoros fue diseñada por Francisca Ramiro de Montaño ­quien fuera esposa del oficial del Ejército Trigarante, Manuel M. Montaño­, y conservada por el joven Isidro Alemán que posteriormente la puso bajo resguardo del Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo, donde se ha mantenido guardada por más de 120 años y en grave estado de deterioro hasta que una investigación de Raúl Jiménez Lescas contribuyó a que creciera el interés por su restauración.
Eréndira Herrejón Rentería, investigadora del Ex Convento de Tiripetío, durante su intervención en el acto solemne refirió: “En 2004, tras haber localizado la bandera en la biblioteca del Colegio de San Nicolás, se procedió a realizar las gestiones conducentes dirigidas por la regencia del Colegio de San Nicolás y la Escuela de Educación para Trabajadores del SUEUM, para que se efectuase una evaluación rigurosa y profesional del estado de la bandera y de ser posible se procediera a su restauración. Esta labor estuvo a cargo de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH quien además otorgó todas las facilidades para que el día de hoy realizáramos este sencillo pero significativo acto”.
Una vez que este importante rastro histórico fue reincorporado a la memoria colectiva en sus mejores condiciones posibles, Eréndira Herrejón hizo un importante llamado con el que podríamos cerrar nuestras referencias al acto solemne del día de ayer: “El desafío consiste ahora en que sin hacernos indignos de nuestro pasado, nos hagamos dignos de nuestro presente”.

La Jornada Michoacán

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