El Grupo de Matracas y Carraclas ha recuperado la gran bandera negra y su peana
HUESCA.- El sábado 15 de mazo, en Alcalá de Gurrea se realizó la presentación del la restauración del Pendón de Muertos. Se trata de una gran bandera de tela adamascada negra, ribeteada por pasamanería en oro, y sobre un mástil de 4,58 metros, del cual pende un cordón negro de 9 metros culminado en dos grandes borlas.
Esta bandera se utilizaba antaño en los entierros locales. Hoy en día y bajo la iniciativa del Grupo de Matracas y Carraclas de Alcalá de Gurrea, se ha restaurado para poder ponerlo en valor y uso en la Procesión de las Lágrimas de Nuestra Señora, que se realiza el Jueves Santo a las 18.30 horas.
El pendón original, que está en paradero desconocido, ha sido reemplazado por una tela nueva de grandes dimensiones, 1,80 x 2.90 metros, que se han encargado de confeccionar entre varias mujeres pertenecientes al grupo de matracas y carraclas, que ha sido el que ha donado la tela.
Por el contrario, el mástil y la sujeción de éste, que se encontraban en la parroquial de San Jorge, se han rehabilitado con el patrocinio del Ayuntamiento de la localidad, siendo restaurados por el trabajador municipal Pedro Sanz Vitalla.
En la restauración de la base o peana del mástil, se ha descubierto que, debajo de innumerables capas de pintura negra, había originalmente pintadas de una forma muy tosca ocho calaveras que adornan los cuatro laterales del mismo. A raíz de la restauración, tanto el mástil como la base han quedado tal y como eran originariamente.
Desde ahora, el Pendón de Muertos participará en la Procesión de Jueves Santo, además de permanecer en la Iglesia para, si los feligreses quieren, utilizarlo en los entierros de la misma forma que se hacía antaño.
Fueron muchos los vecinos de Alcalá de Gurrea que en la jornada del pasado sábado se acercaron a ver cómo había quedado el Pendón. Los más jóvenes se asombraban de la altura del mástil y de las dimensiones de la bandera, mientras que los mayores recordaban cuando estaba en pleno uso o, incluso, que en alguna ocasión habían sido ellos mismos los que lo habían portado.
El encargado de llevar el Pendón de Muertos este primer año va a ser Carlos Pérez Mallada, un joven de Alcalá de Gurrea de 24 años, y que tendrá que lidiar con las dimensiones de esta gran bandera a lo largo de todo el recorrido de la Procesión de las Lágrimas de Nuestra Señora.
Diario del Alto Aragón
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