Por Isabel Garzo ( @isabelgarzo )
Todos recordamos alguna escena de películas o series en la que alguien cuelga un cuadro al revés por error. Es una situación manida, pero nos encanta regodearnos en el escándalo del autor cuando lo ve y en el bochorno del empleado inexperto que se deshace en disculpas —aunque sigue pensando que la obra no cambia mucho por estar colocada en un sentido u otro–.
Algo parecido ha pasado en Bélgica hace poco, solo que no se trataba de una obra de arte abstracto sino de su bandera nacional —nada menos—, y los que han experimentado ese «tierra, trágame» han sido todos los ciudadanos de un país (o, al menos, los que no conocían la historia de cómo nació su estandarte).
Resulta que en el artículo 193 de su Constitución pone lo siguiente:
«La nación belga adopta los colores rojo, amarillo y negro; y como escudo nacional, el león belga con la leyenda “La unión hace la fuerza”»
El orden de los colores parece claro, pero lo cierto es que el que se está utilizando es justo el contrario: negro, amarillo y rojo. ¿Un error de comprensión lectora? Parece que no. Según explicó el experto en Derecho Constitucional Jogchum Vrielink al periódico De Morgen, cuando la bandera nació en 1930 [sic], los colores se ubicaron en el orden correcto y en posición horizontal. Fue en enero de 1931 [sic] cuando estos se dispusieron verticalmente, no por error, sino como resultado de una decisión consciente que perseguía el objetivo de diferenciar la bandera de la del antiguo invasor holandés. Además, decidieron poner el color más oscuro en el mástil «por motivos heráldicos». Pero, después de estas resoluciones, no se modificó la Constitución en pro de la coherencia (ni parece probable que vaya a hacerse, según asegura el experto).
El asunto puede preocupar a los que se tomen los textos legales al pie de la letra. Porque colgar una bandera al revés tiene una serie de significados negativos reconocidos internacionalmente: la rendición ante una potencia extranjera, el aviso a tropas amigas de un secuestro o motín para que no se acerquen, la solicitud de auxilio ante amenazas de terrorismo, la protesta ante un ataque contra los derechos humanos en ese país… Si la bandera al revés la muestran ciudadanos u organizaciones, es interpretada como una muestra de que repudian a esa nación (un insulto similar a la quema de banderas).
En este artículo se explican varios casos de banderas que fueron colgadas al revés (accidentalmente… o no), y algunas otras curiosidades relacionadas con pabellones: ¿sabías, por ejemplo, que la bandera de Filipinas invierte sus colores cuando el país está en guerra?
Pero volvamos a Bélgica. Aunque la anécdota ha salido a la luz hace unos pocos meses, no parece que vaya a traer consecuencias oficiales: el orden de los colores de su bandera sigue siendo negro, amarillo y rojo, diga lo que diga su constitución. Lo que es cierto es que Bélgica es el único país cuya bandera no sigue al pie de la letra lo dictado en su Constitución.
¡Qué suerte la de los países con banderas «capicúas», que no tienen que enfrentarse a estos problemas!
Yorokobu
1 comentario:
Donde el artículo dice 1930 y 1931 debe decir 1830 y 1831
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