17.2.06

Fútbol, banderas y camisetas

ANDRÉS BURGO (DPA)
MADRID.- Como sucede en todos los Mundiales, Alemania 2006 multiplicará los índices de patriotismo. Sin embargo, hay un grupo de países que podría ser tildado de antinacionalista. Son las selecciones cuyas camisetas no respetan los colores de la bandera del país. Italia, Japón, la misma Alemania, Australia y otros equipos juegan con vestimentas "extranjeras" o de tonalidades intrusas, extrañas.
Pese a su bandera negra, roja y amarilla, Alemania siempre se ha vestido de blanco, con pequeños matices negros. La explicación es sencilla: blanco, negro y rojo eran los colores de Prusia, vigentes como estandarte nacional entre 1867 y 1918 y entre 1933 y 1945. Cuando la Federación Alemania de Fútbol fue fundada, en 1900, el blanco y el negro eran una elección natural. Una histórica camiseta de visitante, la verde, nació como gesto de gratitud y agradecimiento a la República de Irlanda, una de las primeras selecciones que invitó a Alemania a jugar un partido tras la Segunda Guerra Mundial. Fue en Dublín, en 1951, cuando el mundo todavía miraba de reojo a un país con mala reputación.
Otro color "intruso" a la bandera alemana es el gris plateado que la "Nationalmannschaft" utilizó en la década del '60, y recuperado en los últimos años. En cambio, la camiseta roja sangre estrenada en 2005 está mucho más vinculada a las tonalidades patrias. De hecho, es la que Juergen Klinsmann quiere que su selección vista en el inminente Mundial: "La vestimenta roja impone más respeto que la blanca. Y resulta más bonita estéticamente", argumentó el entrenador alemán.
Italia azul, Holanda naranja... colores reales
Si fuera por la camiseta de su equipo nacional, la bandera de Italia debería flamear azul, en vez de la verde, blanca y roja instalada en la península desde 1797. Pero la "nazionale" se viste de azzurro, el color emblemático de los Savoia, la familia real italiana entre 1861 y 1946. Hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, es decir, antes de la proclamación de la República, la bandera tricolor tenía incorporada en su centro el escudo de armas de los Savoia, que era azul.
Un hecho similar ocurre con Holanda, cuyo estandarte nacional es rojo, blanco y azul, pero cuyos seleccionados visten naranja, en honor a la familia real de los Países Bajos, la Casa de Orange- Nassau.
Motivos, y motivos
La variación de Australia también está muy bien justificada. Su bandera responde a las oscuras tonalidades del escudo de armas de la Commonwealth, pero los colores oficiales del país son, desde 1984, el verde y el oro, también adoptados para su vestimenta deportiva.
Incluso Japón sobresale por su desobediencia a los colores patrios. Hasta las eliminatorias para el Mundial 1990, su camiseta era roja con detalles blancos, como la insignia nacional. Pero en la última década pasó al azul. La decisión fue del actual presidente de la Asociación Japonesa de Fútbol, Saburo Kawabuchi, en 1996. Con el azul se intentó eliminar la sensación perdedora de los años anteriores, en los que Japón jugaba de rojo, y también se buscó diferenciarse de Corea de Sur y China, las otras referencias regionales. Ante las quejas de los nacionalistas, que pretenden el regreso del rojo, Kawabuchi argumentó: "El azul es el mejor color para que nuestra bandera nacional se distinga con nitidez sobre la camiseta".
El estandarte de Ghana es rojo, amarillo y verde, pero su selección juega de blanco. Durante la última Copa África, utilizó incluso un kit negro y azul, matices que despertaron tanta polémica que difícilmente vuelvan a ser usados. México usó camisetas granates en los Mundiales de 1930 a 1966. Pero desde 1970 adoptó sus colores nacionales, verde, blanco y rojo. Y a partir de 2006 los números dorsales son dorados, en recuerdo a la orfebrería azteca. Cambios de urgencia y última hora.
En Argentina 1978 Francia enfrentó a Hungría vestida de verde y blanco. Pero se trató de un hecho aislado: como su vestimenta coincidía con la del rival, el modesto club Kimberley de Mar del Plata salió en su auxilio y ofreció su equipamiento ante la emergencia. El celeste que Irak lució en México 86 es otra rareza de los Mundiales. No hace muchos años Togo, aprovechando la similitud de colores, jugó con las camisetas que Brasil había usado en el Mundial 98. Más cuestiones de la pobreza africana: Lesotho llegó a vestirse con la indumentaria oficial de Inglaterra, aunque con su escudo nacional pegado por encima del inglés y con un improvisado dibujo de su bandera en el centro de la camiseta.
Algunas de las selecciones que no se clasificaron a Alemania 2006 también suelen rebelarse ante los colores patrios. Venezuela le da la espalda al amarillo, azul y rojo y se viste de granate. Nueva Zelanda también deja a un costado los matices de la Commonwealth y se cubre de blanco y negro. Irlanda del Norte, en vez de jugar de rojo o blanco, lo hace de verde. Eslovenia exhibe detalles verdes, un color ausente en su bandera. India juega de celeste y azul, en vez de naranja, blanco y verde. Y Kuwait también juega de un azul inexistente en su insignia.
Otras selecciones que han adoptado tonalidades extranjeras son Turks y Caicos, Sri Lanka y Fiyi, que juegan de blanco; Islas Cook y Yemen, que se visten de verde; Chipre, que se envuelve de azul; y Nueva Caledonia, cuya camiseta es gris. Aunque alejados de la elite mundial, también forman parte del club de los países "antipatrióticos" del fútbol.

El Mundo

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