23.1.08

La polémica de la bandera “híbrida”

Josué Pellot, autor de la bandera con 51 estrellas que fue izada cerca de Plaza Las Américas, considera que su destrucción es un acto de violencia que forma parte de las reacciones que ocasiona la obra.

Por Petra Barreras / Especial El Nuevo Día

El pasado 28 de diciembre amaneció izada una enorme bandera híbrida en la intersección de los expresos a la altura de Plaza Las Américas. La curiosa versión combina el diseño de la bandera oficial de Puerto Rico, con 51 estrellas sobre el triángulo azul. La enarboló Josué Pellot, joven artista que nació en Aguadilla y reside en Chicago desde los 5 años de edad. Pellot tiene una página en la red, www.josuepellot.com.

Once horas después, las autoridades bajaron la bandera y en el proceso la cortaron y rasgaron. A continuación el artista explica sus intenciones al crear la bandera y su percepción de los eventos que se suscitaron.

¿Por qué decidiste crear esta bandera?
El proyecto explora las influencias y significados simbólicos del colonialismo y pos-colonialismo y cómo ambas afectan la identidad del puertorriqueño y el nacionalismo. La instalación toma lugar en el Expreso Las Américas, frente a Plaza Las Américas en Hato Rey.
¿Por qué en el expreso?
Es ideal para la intervención por la “guerra de las banderas” del 2004 y porque se ubica frente al centro comercial más grande del Caribe, que tiene como logo las naves de los primeros colonizadores. Es un señalamiento sobre el comercialismo o consumismo; el más nuevo y efectivo método de colonización en un mundo pos-colonial globalizado.
¿Cómo es la bandera?
La bandera está diseñada de manera similar a la puertorriqueña, pero, en el triángulo azul “royal” contiene 51 estrellas, 50 estrellas de la bandera estadounidense, más una por Puerto Rico. Simbólicamente esta bandera pone al colonizado a asumir el rol de colonizador, mientras funciona también como símbolo de la diáspora puertorriqueña que vive en los Estados Unidos. Es notable lo patriótico que somos fuera de la Isla. Nuestros lazos con Puerto Rico se intensifican, aun cuando una o dos generaciones de nuestra familia hayan vivido fuera.
La bandera, ¿es una obra de arte?
La bandera por ella misma no es una obra de arte. Es sólo una bandera. No es fácil definir el arte. En mi práctica uso distintos medios para llevar a cabo mis ideas. En este caso la localización y el espacio son partes integrantes que hay que tomar en consideración y calcular. En realidad, el arte es la totalidad del proyecto. Incluye las reacciones de los que ven la bandera en el contexto donde está y cómo interpretan su significado.
¿Por qué no la instalaste en un museo o en una galería?
Primero porque es una pieza creada para un lugar específico. Segundo, porque sólo un pequeño por ciento de personas visita los museos y galerías y la conversación sobre la pieza comenzaría y terminaría allí. Para llegar al público que me interesa, la presento en algún lugar donde casi todo el mundo pueda verla.
¿Tenías los permisos para esta instalación?
Sí. Tenía permiso para estar en el expreso, para usar un camión con brazo mecánico, para documentar y para filmar. Todo muy oficial. De acuerdo al “Artículo 209. Fijación de carteles” se permite que se usen los postes y columnas para expresión pública. Claro, después me entero que la ley federal de los Estados Unidos suplanta estos permisos, al igual que muchas otras cosas, y no lo hubiese permitido. Ahora, ¿alguien me podría decir qué tipo de permiso se usa para pintar letreros gigantes de propaganda en la ladera de una montaña?
¿Qué sucedió una vez la instalaste?
Al cabo de 11 horas, la bajaron unos “profesionales”. Se tomaron la molestia de desgarrarla para que no se pudiera izar de nuevo. Fácilmente, hubiesen podido destornillar los dos enganches de metal que la sostenían, pero decidieron castrar la bandera. Una cosa es que cortaran la costura que sostiene a la bandera en su sitio, pero la desgarraron en distintas partes. Se ve como si hubiesen atacado la bandera. Una franja de la costura de la bandera aún ondea en el viento a 70 pies de altura en el poste de la luz. Quizás la ausencia de la bandera y lo que ésta sugiere es una obra de arte por derecho propio.
Esas acciones, ¿las consideras como vandalismo de una obra de arte?
Personalmente no las considero como vandalismo de una obra de arte porque la bandera sola no es la obra de arte. Este acto de violencia forma parte de las reacciones que ocasiona la obra.
Como artista, ¿cuáles son tus alegaciones?
Como artista, no tengo alegaciones, pero, como persona, siento que han faltado a mis derechos. Más bien tengo algunas preguntas. ¿Dónde están la libertad de expresión y la libertad de plantear una idea? La bandera, ¿no es una expresión simbólica y colectiva del entendimiento de identidades e ideologías? Si yo hubiese colgado una bandera gigante puertorriqueña o americana, ¿se hubiesen atrevido a cortarla de la misma manera? De todas formas, estas preguntas cumplen con el propósito de la obra que es instigar el diálogo.

El Nuevo Día

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