CE CASTRO
SANTA CRUZ. Coalición Canaria aparca sus reivindicaciones «ideológicas», aguardando mejores tiempos. Esta es la estrategia que han seguido los nacionalistas canarios para acordar su línea de actuación con respecto a la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias, que se tramita actualmente en las Cortes Generales.
La primera sacrificada ha sido la bandera de las siete estrellas verdes, cuestión irrenunciable hace unos meses para CC durante las negociaciones en el Parlamento autonómico. Hasta el último minuto, la formación nacionalista mantuvo su intención de modificar la bandera oficial del Archipiélago canario.
«La bandera está formada por tres franjas iguales en sentido vertical, cuyos colores son, a partir del asta, blanco, azul y amarillo. Sobre la franja azul celeste, centradas y proporcionadas, se sobrepondrán siete estrellas de cinco puntas y de color verde», rezaba una enmienda presentada en abril de 2006 y que no fructificó.
El pasado de su símbolo
Los nacionalistas sabían que el pasado de su símbolo -ligado al independentismo más radical- no gustaba ni a los populares ni a los socialistas; aun así, insistieron pues lo único que querían era «trasladar al Estatuto, el sentir de la calle». «La bandera de Canarias tiene siete estrellas verdes», sentenció en su día el entonces portavoz en la Cámara regional, José Miguel González.
Al final, el texto que emanó de Canarias rumbo al Congreso para su reforma no contemplaba esta modificación, a pesar de las continuas intentonas de CC por acentuar en el documento las «señas de identidad» del Archipiélago.
Con el paso de los meses y los reveses que ha sufrido la reforma, «CC decidió no presentar ninguna enmienda política en las Cortes», según explicó a este periódico el secretario de Gobierno de los nacionalistas, Fernando Ríos. Tampoco facilitó las cosas el hecho de que la finalización del plazo de presentación de enmiendas -el 29 de junio- coincidiese de lleno con la negociación del pacto para formar Gobierno entre PP y CC y que finalmente llegaría a buen puerto para dar a ambos partidos la posibilidad de gobernar juntos hasta 2011.
«Preferimos centrarnos en aspectos programáticos y no accesorios», reconoció Ríos, que dejaba claro cuál ha sido la prioridad de CC en las últimas semanas, apartando «cuestiones que hicieran peligrar el consenso». La pérdida de fuerza del ideario político parece confirmarse.
Asunto pendiente
A pesar de ello, CC recuerda que este asunto se puede recuperar en cualquier momento. A él se unirían modificaciones al farragoso preámbulo de la propuesta de reforma. Este apartado ocupa cinco páginas y se remonta a la Antigüedad romana para definir Canarias. «Se daría más peso a los rasgos de identidad, eludiendo los ideológicos por lo que habrá que buscar el consenso entre los tres partidos mayoritarios -PP, PSOE y CC- pues hay expresiones que no han sido entendidas», expuso Ríos convencido.
Este posicionamiento contrasta con la vuelta a la coalición del Partido Nacionalista Canario hace poco más de un año, formación que serviría para sentar las bases ideológicas de CC y que ha visto cómo sus principios han sido aparcados.
Todo ello para atar un acuerdo programático con el PP que permita a los nacionalistas continuar gobernando los próximos cuatro años. «Es obvio que las diferencias con el PP en cuanto al Estatuto -antes de la firma del pacto el pasado miércoles- tenían un peso estratégico y electoral, pues las discrepancias eran mínimas», indicó Ríos.
ABC
No hay comentarios:
Publicar un comentario