16.7.08

Cadiz: Europa brilla por su ausencia

Las doce estrellas doradas no lucen sobre fondo azul en Cádiz. La bandera europea brilla por su ausencia en los mástiles de los edificios públicos de la ciudad. Este órgano supranacional queda, por tanto, sin representación a nivel local. Si contamos las veces que la bandera de este órgano supranacional se iza en los mástiles de todos los edificios públicos de la capital nos sobran dedos. Aunque el uso de la bandera no sea de carácter obligatorio, el Consejo de Europa animó a todos sus países miembros a acoger sus símbolos en los organismos oficiales, alegato que se hace extensible a organismos autonómicos, provinciales y locales.
La ausencia de la bandera en los balcones de sedes institucionales refleja una carencia de identidad europea. Si se tiene en cuenta los proyectos que se llevan a cabo en Cádiz con fondos europeos, no se entiende la no representación de la comunidad europea en la ciudad. Por ejemplo, los fondos FEDER, en el marco de la iniciativa del Plan Urbana Cádiz por el que los barrios de La Viña, el Mentidero, San Juan y el Balón contarán con diez millones de euros para adecentar sus calles Se trata de uno de los primeros proyectos aprobados en dentro de la iniciativa europea urbana 2007-2013, de cuya financiación se beneficiarán unos dieciocho mil gaditanos.
Vacío legal
Cierto es que el tratado por el que se establece una Constitución para Europa no contiene ningún artículo que obligue a las administraciones a mostrar sus símbolos y el protocolo al respecto tampoco es tajante; al contrario de lo que ocurre con la bandera nacional y autonómica, que no debe faltar en ningún acto oficial. Las normas protocolarias no son claras sobre su colocación, pudiendo ir antes o después de la bandera autonómica, aunque siempre hay que otorgarle más rango al símbolo nacional. Precisamente este fue el motivo por el que se descolgó del balcón del consistorio gaditano. Faltando a lo que rige el protocolo, la bandera europea se colocó por encima de la española, lo que obligó a su retirada. Por su parte el Ayuntamiento de Cádiz se acoge al reglamento orgánico de las Corporaciones Locales en el que se especifica que en los ayuntamientos tienen que aparecer la bandera de España centrada, la de la comunidad autónoma a la derecha y, a la izquierda, el pendón de la ciudad. En el interior, las dependencias del salón de plenos y la sala de junta de gobierno local tienen que estar presididas por la bandera nacional. En cuanto a las dependencias municipales, sólo es necesario que esté el pendón.
El primer teniente de alcalde, José Blas Fernández, cuenta «como dato curioso que cuando el ayuntamiento se reúne en pleno o en Junta de Gobierno local se bajan todas las banderas a excepción del pendón».
Pero el brillo de la ausencia de este símbolo europeo no sólo se refleja en el Ayuntamiento. En las fachadas de otros edificios públicos provinciales y autonómicos, así como en la Cámara de Comercio, ondean la bandera de España, la autonómica y el pendón municipal; en algunos casos, también la provincial, pero nunca la europea. Sí lo hace, sin embargo, en la fachada de la sede de la Subdelegación del Gobierno.
Cuestión cultural
La bandera europea tampoco tiene hueco en los edificios pertenecientes a la Universidad de Cádiz, beneficiada también con fondos europeos como en el caso de la conocida beca Erasmus. Alejandro del Valle, vicerrector de Relaciones Internacionales, alude al reglamento para justificar esta ausencia: «la normativa exige que la nacional esté en un lugar preferente, y al haber tres banderas siempre se facilita que la del centro quede claramente como la principal. Así, se se coloca la de Andalucía, España y la de la Universidad. Aunque el problema tiene fácil solución, se añade un mástil y se pone el de la nacional un poco más alto. Soy partidario de fomentar su uso. Hay que cambiar la inercia».
Para Javier Campos, perteneciente al departamento de comunicación de la Escuela Internacional de Protocolo, «la inexistencia de la bandera en los edificios públicos de la capital no es reprochable aunque admito que debería ondear en los balcones oficiales. Se trata de una cuestión de cultura más que de un asunto político. Por ejemplo, en Italia no te encuentras la bandera nacional sin que esté la europea al lado». El hecho de que la bandera aún no sea oficial le otorga un carácter oficioso en el que, por ahora, se acogen las administraciones.

La Voz Digital

1 comentario:

José Manuel Erbez dijo...

Según Javier Campos, a quien se cita en el artículo, en el mismo hay un párrafo que indica algo incorrecto. En concreto se trata de cuando dice que no hay normativa específica sobre la colocación de la bandera europea, pudiéndose colocar tanto delante como detrás de la autonómica, siempe tras la nacional.
Según Campos, eso no es correcto, ya que la bandera europea, si bien es cierto que su colocación queda un poco al libre albedrío de las autoridades, en caso de colocación en los edificios públicos va siempre detrás de las oficiales españolas, ya sea la nacional, la autonómica, la provincial o la local.